Muy apropiada para estos tiempos, os dejo aquí una de mis mejores estupideces.
TRASPLANTE
Dos hombres, uno rico y otro pobre, fueron sometidos en el mismo hospital, el mismo día, a la misma operación: un trasplante de cerebro. Al hombre rico le pusieron el cerebro de un rico. Y el de un pobre, al hombre pobre. Ambas operaciones salieron bien, y tras una breve convalecencia, cada cual se marchó a su casa.
El hombre rico se mostraba eufórico, deseoso de vivir y disfrutando al límite del impagable regalo que le había hecho la ciencia. Donó una generosa cantidad al hospital y llenó de presentes a los médicos que le atendieron. Comenzó a viajar sin descanso y a disfrutar cada instante de su nueva vida. Era feliz como nunca.
El hombre pobre, en cambio, lloraba desesperado. No hacía otra cosa que abominar de la ciencia y de los médicos que le impidieron morir. Lleno de odio, los culpaba de su desgracia y de obligarle a permanecer en este infierno. No tardó en suicidarse.
Al poco, se supo que en el quirófano se habían confundido colocando a uno el cerebro que iba para otro.
Fin
(Estupideces, Pepe Gómiz)