EPIGRAMA DEL DÍA

"La suerte es una fuerza compensatoria para beneficiar a los más torpes". (Prontuario de supervivencia, Pepe Gómiz)

EPIGRAMAS ANTERIORES

FICHA TÉCNICA

Descripción: Este blog es una nanoporción de mí mismo; a mi vez, nanoporción de la humanidad; a nuestra vez, nanoporción del universo; a su vez, nanoporción de un todo perteneciente al supratodo que ni llego a imaginarme.

Herramientas: Los fenómenos de mi experiencia, los noúmenos de mi fantasía, mi literatura, mi música y demás utillaje.

Valoración: De visita muy recomendable.

Expectativas: Tras consultar el DRAE, diré que vergatarias, padrísimas, óptimas.

Conclusión: Sin necesidad de consultar el DRAE, acción y efecto de concluir.

jueves, 31 de diciembre de 2009

MI VERDAD



Hoy, mientras iba paseando, se me acercó un mendigo.
—Usted —me dijo— es pobre, ¿verdad?
Yo me sonrojé.
—¿Perdone?
—Es pobre, ¿a que sí?
—Caramba. Depende de lo que entendamos por pobre. Ciertamente, las ratas tienen los mismos ingresos que yo, y muchos menos gastos. Debo reconocerlo. Luego, en tal sentido, el económico, puede decirse que sí soy pobre. Más pobre que las ratas, para ser exactos. Pero hay formas de riqueza que no dependen del dinero, como, por ejemplo, la cultura, la creatividad, la experiencia, la salud, el amor, la…
—Es pobre —concluyó—. Se le nota a la legua, amigo. Usted no mira los escaparates como la gente de posibles. Usted los mira acomplejado. Usted mira los escaparates como el feo mira a la mujer hermosa. Sabiendo que nada, sino mirarla, podrá sacar de ella. El adonis, en cambio, la mira pagado de sí mismo, convencido de que puede amarla si se lo propone. Y el rico mira los escaparates confiado. Con desdén incluso. No hay problema si le gusta lo que ve. Lo compra. Pero usted no puede comprar, si le gusta, lo que ve, ¿a que no? Claro que no. Porque es pobre. Ni el feo puede conseguir a la mujer hermosa, porque es feo. Por eso ambos miran de igual forma. Con miedo.
—¿A dónde quiere…?
—No. Déjeme acabar. Yo también miro de ese modo. Miramos con miedo los escaparates, a la mujer hermosa, a la vida porque sabemos cuán difícil es para un desdichado alcanzar sus deseos. Y pensamos, entonces, que mejor es no tenerlos. ¿O acaso no le sucede?
—Hombre…
—Esa es la razón por la que nos asusta mirar. Es la posibilidad de sentir deseos que nunca han de cumplirse lo que nos asusta. Y se nos nota cuando miramos. Tenga, se lo ruego —dijo tomándome la mano y poniendo en ella un euro—, acépteme esto.
—¡Oiga, por favor…!
—No, no. Insisto. Acéptelo. La gente quiere limpiar su conciencia cuando termina el año, y están siendo generosos. Hoy puedo ayudarle.
El mendigo se marchó y me quedé observando la moneda en la palma de mi mano. —«¿Solo un euro» —pensé— «por haber pasado esta vergüenza?». Aunque tal vez no fuera el precio de mi vergüenza lo que representaba ese euro, sino el precio de algo infinitamente más sórdido: el de mi verdad, el precio de la humillante verdad que me ha tocado estar viviendo. ¡Mal haya mi suerte!

miércoles, 30 de diciembre de 2009

CARTA ABIERTA A CAJAMAR



He eliminado el texto original de este post, en el que, con más palabras de las necesarias, exponía un pequeño contratiempo: Mi madre intentó conseguir el almanaque de Cajamar para el año entrante, pero no quedaban ejemplares.

Eso sucedió el 29 de diciembre por la mañana. Hoy, 31 de diciembre, Cajamar escribe el siguiente comentario:




“Gabinete de Comunicación de Cajamar dijo...

En Cajamar nos sentimos orgullosos de nuestros mayores, de la generación de almerienses que con tanto esfuerzo y sacrificio ha hecho crecer a esta provincia. Sean o no clientes de nuestra entidad.

Nada más tener conocimiento de lo ocurrido, nuestro director de la oficina de Puerta de Purchena-Rambla Obispo Orberá ha ido hoy mismo personalmente a casa de su madre para hacerle entrega del almanaque que tanto deseaba. El de Cajamar de todos los años. El que esperamos siga recibiendo muchos años.

 Como hemos hecho con ella personalmente, también a usted, le pedimos disculpas por el mal rato que sin desearlo pudimos hacerle pasar a su madre.

En nombre de los compañeros de Cajamar que no pudieron atenderla como merece, porque en ese momento no quedaban ejemplares en sus oficinas, reciba nuestro saludo y nuestros mejores deseos para el año 2010.

Gabinete de Comunicación de Cajamar
31 de diciembre de 2009 13:42”





Solo cabe agradecer a esta entidad su gesto de humanidad y elegancia. No esperaba menos, pues en esos términos ha venido desarrollándose el trato personal y comercial que me dispensan desde hace años, jamás me defraudaron y sospechaba que no iba a ser ahora la primera vez. Sencillamente, he amplificado lo que no pasó de un descuido, de un imponderable ajeno por completo a la voluntad de Cajamar. Les ruego admitan mis disculpas.

Deseándoles un muy feliz año 2010, y con mi reiterado agradecimiento, un cordial saludo.

Almería, 31 de diciembre de 2009
Pepe Gómiz

lunes, 28 de diciembre de 2009

DIOS LOS CRÍA...



No quiero que nadie se me ofenda, pero vengo de revisar el Diccionario de la Real Academia (22ª ed., 2001) y se da la curiosa circunstancia de que 'izquierda' solo rima con 'mierda' (bueno, también con 'ultraizquierda' y 'comemierda', pero pare usted de contar; con ninguna más; y encima, estas dos últimas no sirven, puesto que son derivadas de aquellas).

Así pues, 'izquierda' solo rima con 'mierda'.

Y nada. Aquí lo dejamos. Como dice un colega: Haciendo amigos.

A seguir bien.

(NOTA: Naturalmente, hay otras palabras a considerar, como cerda, lerda, cuerda, etc. Por supuesto. Pero que terminen en 'ierda', solo las cuatro mencionadas).

domingo, 27 de diciembre de 2009

YO, PUTA, Y TÚ, NÁ



—Don José, ¿de qué otras maneras puede decirse puta?
Me cogió por sorpresa.
—¿Y para qué quieres saberlo?
—En qué quedamos, ¿soy o no soy del oficio?
—Tienes razón, Paquito. Un escritor necesita un buen léxico. Pues mira. Para pocos conceptos, quizás para ninguno, hay en nuestro idioma tantas palabras como para el de puta. ¿Por qué? No lo sé. Pero es así.
—¿Y entonces?
—Entonces, a una puta le* puedes llamar prostituta, como sabemos, y también ramera o mujer pública. ¿De acuerdo?
—De acuerdo.
—Le* puedes llamar rabiza, que es una ramera muy despreciable.
—¿Otras no lo son?
—Claro. Otras no tanto. Porque en esto del putear, como en todo, hay jerarquías.
—Vale.
—Puedes llamarla** pucha, zorra, zorrón y zorrupia. Se entiende que zorrón es muy zorra.
—Las jerarquías, ¿verdad, don José?
—Verdad. Continuemos: tusona, pelandusca, peliforra y pelleja. ¿Me sigues?
—Le sigo —contestó Paquito, que iba escribiendo.
—Perdida. Pendón. Pobreta.
—¿Encima de pobre, puta?
—Algo así.
—Lástima de mujer.
—Pobreta digo. Más: Pupila. Mondaria. Mozcorra. Meretriz. Perra.
—¿Y perraca?
—Si quieres, también perraca. No lo recoge el diccionario, pero como hablante nativo de español tienes potestad para introducir nuevos vocablos o modificar los ya existentes en su forma o significado. Es tu lengua. Tu herramienta. Eso nunca lo olvides. El español pertenece a quienes lo hablamos. Nadie lo conoce como nosotros, y solo nosotros podemos transformarlo.
—¿Lo meto, pues?
—Por una cuestión de ortodoxia, no debes meterlo. Pero haz lo que estimes conveniente.
—No lo meto.
—Cantonera, capulina, araña… déjame recordar… bagasa, bordiona, aunque bordiona es un término anticuado…
—Un momento, don José. ¿Lo que decimos no es ‘esta tía es más marrana que la arañas’?
—Lo decimos, y no tendríamos que decirlo porque las arañas son muy limpias, pero al parecer son muy putas.
—O sea que, a partir de ahora, ‘más puta que las arañas’.
—Eso, como tú veas. Buscona. Cellenca. Cotorrera.
—Va a ser verdad que hay unas poquillas, ¿eh?
—Churriana.
—¿Churriana? ¡Hay pueblos que se llaman Churriana!
—Sí. Pero son anteriores al ingreso de esta palabra en la Academia. Los alcaldes no estuvieron atentos, y ahora cualquiera la saca.
—¿Entonces, ajo y agua?
—Y qué remedio les queda.
—Pueden cambiarle el nombre al pueblo.
—Pueden. Seguimos.
—En la vin. ¿Es que hay más?
—Cómo más. Para aburrirnos. Y porque no estamos metiendo las de Hispanoamérica. Apunta.
—¿Eso qué es? ¿Puta también?
—¡No, coño! ¡Que apuntes!
—Ah.
—Chai. Enamorada.
—¡Ole!
—Sí, enamorada.
—¡Qué cosas, Señor!
—Esquinera. Golfa.
—Esa está chupada.
—Paco, si me interrumpes cada dos por tres, no acabamos. ¿Ves? Ya he perdido el hilo.
—Íbamos por chai, enamorada, esquinera, golfa…
—Esquinera, golfa… Iza, sin hache. Lumia. Fulana —Paquito se mordió la lengua para no interrumpir—. Gorrona. Marca. Hetera. Hurgamandera. Furcia. Gamberra. Lagarta. Lagartona. Madama. Mundaria. ¿He dicho meretriz?
—Déjeme ver… Sí. Meretriz.
—Entonces… Pecadora. Pelota. Pendanga.
—Ya está, ¿no?
—Espera, hombre, que quedan todavía. ¿He dicho perendeca?
—¿Perendeca? ¿Perendeca?... No.
—Pues ponla. Perendeca. Tía.
—Jo. Ni los parientes se libran.
—Calla, Paco, que me distraes. Penca. Pécora. Mala pécora.
—Que es peor que pécora sola, ¿verdad usted?
—¿Pues no pareces tonto, Paquito? ¡Claro que es peor! Pedorra.
—¡Esto es el colmo! ¿Pero pedorra no es la que se tira pedos?
—¡Y en Aragón, la que es puta! ¡Tú déjame a mí, hombre! Una tal.
—¿Tal?
—No. Tal, no. Una tal. Son dos palabras.
—Vale. Una tal.
—Mujer del arte. Mujer de punto. Mujer del partido. Mujer mundana. Mujer perdida. ¿Lo estás escribiendo bien?
—La duda ofende.
—Lee.
—Mujer del arte. Mujer del punto…
—¿Ves como no? ¡Que no es del punto, leche! ¡Que es de punto! ¡Mujer de punto!
—Bueno. Bueno. Mujer de punto.
—¿Qué más?
—Mujer del partido. Mujer mundana. Mujer perdida…
—De acuerdo. Y para terminar, porque nos van a dar las uvas, la que está más alto en el escalafón de las putas: la dama cortesana, considerada una ramera de calidad.
—¿Hemos terminado?
—Hemos terminado.
—¿Pues sabe qué le digo?
—Qué.
—¡Que como para ponerle a usted los cuernos, don José!


NOTA*: En este caso, según permite, aunque no recomienda, la Real Academia, considero intransitivo el verbo ‘llamar’ con el significado de ‘aplicar [a alguien o algo] una denominación o calificativo’. De este modo, el pronombre personal átono obligado para el femenino es ‘le’, complemento indirecto.

NOTA**: En este caso, según recomienda la Real Academia, considero transitivo el verbo ‘llamar’ con el significado de ‘aplicar [a alguien o algo] una denominación o calificativo’. De este modo, el pronombre personal átono obligado para el femenino es ‘la’, complemento directo.

Se trata, este doble rasero, de una “vacilación tradicional”, según leo en el ‘Diccionario panhispánico de dudas’ de la Real Academia, aceptada aún en nuestros días, y que yo prefiero seguir aprovechando para enriquecer mis escritos, antes de que quede prohibida definitivamente, lo que, supongo, terminará ocurriendo.

sábado, 26 de diciembre de 2009

ENTREVISTA A DIOS (4)


Esto es continuación de ENTREVISTA A DIOS (3)

—¿Dios?

—El mismo.

—¿Lo cojo ocupado? ¿Tal vez comiendo?

—¡Déjate de majaderías! ¿Qué quieres?

—Pues el asunto es que no me jalo una rosca.

—¿Con qué?

—Con nada. Ni con la música. Ni con la literatura. Ni con…

—Ya me estás llevando otra vez al huerto. Te dije que solo temas generales.

—Sí, sí. Temas generales. Lo recuerdo. Pero es que de verdad que lo estoy pasando muy mal. Aquí la gente sube como la espuma. En Almería, en concreto, y en el mundo del arte, hasta el más tonto hace relojes. Publican libros. Sacan discos. Dan recitales. Cogen fama. Encuentran trabajo. Y yo no salgo del pozo.

—Quizás te estés equivocando de estrategia.

—¿Luego hay una estrategia?

—Muchas. Y, además, ¿tú realmente quieres ser como ellos? ¿Llegar donde ellos?

—Pues, ahora que lo dice… No estoy muy seguro.

—¡Entonces, hombre! Y suponiendo que quisieras llegar donde ellos, ¿estarías dispuesto a sacrificarte para conseguirlo?

—Pues…

—¡Si es que tienes cosas de ‘huéleme el culo’, hijo mío! No sabes lo que quieres, pero te gustaría conseguirlo. Es surrealista.

—¡Cómo me está dejando el cuerpo, Altísimo!

—Ya me dirás.

—Bueno. Si eso, cuando aclare las ideas, hablamos de nuevo.

—Venga.

—Por cierto, ¿debo darme prisa? Quiero decir que si me queda vida todavía o voy a diñarla pongamos dentro de…

—No te enrolles, que me voy. Hasta luego.

—Hasta luego, Dios.

Continúa en ENTREVISTA A DIOS (5)

PALABRAS


 
PALABRAS
 
Un niño se desperezaba estirando los brazos, cuando lo sorprendió su madre.
—Pandiculación —dijo ella.
El niño se quedó mirándola extrañado.
—Eso se llama pandiculación —añadió la madre.
—¿Es que tú sabes palabras raras, mamá?
—Muchas.
—Dime más —rogó el niño con una sonrisa.
—Obtemperante —dijo la madre.
—¿Eso qué es?
—Eso es lo que a mí me gustaría que fueses: Obediente.
—Ah. Más.
Entraba un viento suave y apacible por la ventana, y la madre dijo:
—Céfiro.
Con cada nueva palabra, el niño ponía un gesto de sorpresa.
—Más.
Señalando unas tortugas que estaban en el suelo de la cocina dentro de una caja, la madre dijo:
—Testudíneo.
—¿Testu qué? —se extrañó el niño— Más.
—Estilicidio.
—Más.
—Libación.
—Más. Más. Más.
—Oclocracia. Destrón. Edafología. Finítimo. Genesíaco. Pimpante. Bombástico —en esto, la madre derramó accidentalmente el café que se estaba tomando—. ¡Mierda! —gritó.

El niño, que había estado esperando sin poder meter baza, rompió en aplausos y carcajadas, y dijo:
—¡Esa sí me la sé, mamá!
 
Fin
(Estupideces, Pepe Gómiz)

jueves, 24 de diciembre de 2009

REBELDE



REBELDE

—Me van a operar de las mídolas.
—¡Qué mídolas!
—Sí, ya sé que se dice armídolas.

Fin
(Estupideces III, Pepe Gómiz)

martes, 22 de diciembre de 2009

ASPERGER



ASPERGER

Un turista fue a la playa durante su visita a una isla. Allí encontró a un hombre que parecía entretenido con la arena.
—Setecientos veinticinco mil ochocientos quince. Setecientos veinticinco mil ochocientos dieciséis…
—¿Qué hace? —le preguntó el turista.
—Setecientos veinticinco mil ochocientos diecisiete. Cuento los granos de arena —dijo el hombre—. Setecientos veinticinco mil ochocientos dieciocho…
El turista se quedó un rato observando, y se marchó.

Treinta años después regresó a la isla, y tuvo la curiosidad de volver a la playa. No podía creerlo: ¡El hombre aún estaba contando granos de arena! Se acercó a él.
—Hola —saludó.
—Cuatro mil seiscientos millones doscientos mil cinco. Hola. Cuatro mil seiscientos millones doscientos mil seis…
—Yo le conozco —dijo el turista.
—Cuatro mil seiscientos millones doscientos mil siete. Hace treinta años, cinco meses y catorce días. Cuatro mil seiscientos millones doscientos mil ocho. Cuatro mil seiscientos millones doscientos mil nueve. Cuatro mil seiscientos millones doscientos mil diez …

Fin
(Estupideces, Pepe Gómiz)

lunes, 21 de diciembre de 2009

RECIÉN MUDADO



RECIÉN MUDADO

—Go to hell!
—¡Hasta luego!
—Papá, ¿qué ha dicho el nuevo vecino?
—Pues no lo sé, hijo mío, porque, como es inglés, cualquiera lo entiende. Supongo que nos habrá dado los ‘buenos días’.

Fin 
  (Estupideces III, Pepe Gómiz)

miércoles, 16 de diciembre de 2009

ESTOY TIESO, PAQUITO



Hoy he ido al bar, después de meses sin aparecer.
- Hay que ver lo abandonados que nos tiene, don José.
- Estoy tieso, Paquito.
- Pero, hombre, ya le he dicho que por eso no se preocupe, que aquí estoy yo.
- Calla, calla. Me muero de la vergüenza de seguir pegando la hebra.
- Vergüenza ninguna, que está la cosa muy mala para todo el mundo, y más para los arquitectos.
- Y que no me gusta cómo me mira ese tío.
- ¿Mi jefe?
- El cabrón parece que me vaya a echar a la calle en cualquier momento.
- ¡Ya se guardaría!
- ¿Ya se guardaría? Ese es capaz de echarnos a ti y a mí, de una tacada, y quedarse tan pancho. ¿Pero no ves la cara de mala leche que se gasta el hijoputa?
- Es la que tiene, don José.
- ¡Pues que se la cambie, coño!
- ¿Y la palabra de hoy?
- ¿Quieres una muy larga, muy jodida de recordar y que, encima, no te sirve para una mierda?
- Bueno.
- Proceleusmático.
- ¡Hostia, eso qué es!
- Pie de la poesía griega y latina, compuesto de dos pirriquios.
- ¡La viiiiiirgen! Cómo lo echaba de menos, don José. Enseguida le traigo su jarra.

lunes, 14 de diciembre de 2009

II PREMIO 'PEPE GÓMIZ' AL MEJOR MICROCUENTO DE ECONOMÍA



Por tan crudo y sintético reflejo de una tragedia cada vez más cercana a los españoles, se acuerda, por unanimidad, conceder el 'II Premio "Pepe Gómiz" al mejor microcuento de Economía' al titulado 'Pobreza absoluta' de Pepe Gómiz.

POBREZA ABSOLUTA

—Papá, ¿qué es un juguete?

Fin
(Estupideces III, Pepe Gómiz)

miércoles, 9 de diciembre de 2009

ZAPATEAR



Mirad lo que encuentro respecto a una palabra bastante familiar para los españoles desde el 14 de marzo de 2004:

zapatear.
6. tr. coloq. Traer a alguien a mal traer, de obra o palabra.

(Diccionario de la Real Academia, 22ª ed., 2001)

martes, 8 de diciembre de 2009

MUJERES 'PODRIDAS'



¿Qué pacha a ñiña? ¿Está corrupta ella? Ay, ay, que les vamos a dar palillos culete a los hombres malos por pudrir a ñiña. Malos. Malos. Que sois muy malos.
  • Ahí va esa almendra:
incorrupto, ta.
3. adj. Dicho de una mujer: Que no ha perdido la virginidad.

(Diccionario de la Real Academia, 22ª ed., 2001)

domingo, 6 de diciembre de 2009

LOS NUEVOS ABUELOS



  • Encuentro en el Diccionario de la Real Academia (Ed. 22ª, 2001):
abuelo, la. 4. m. Cada uno de los mechoncitos que tienen las mujeres en la nuca, y que quedan sueltos cuando se atiranta el cabello hacia arriba. U. m. en pl.

  • Pero los tiempos cambian, señores académicos, y también los encasillamientos tradicionales. Hoy, las mujeres se rapan como corsarios y los hombres exhiben indecorosas melenas. Así, pues, se impone una modificación:
abuelo, la. 4. m. Cada uno de los mechoncitos que tienen las mujeres y los hombres en la nuca, y que quedan sueltos cuando se atiranta el cabello hacia arriba. U. m. en pl.

sábado, 5 de diciembre de 2009

NO SOIS PIONEROS



Se me está yendo el sábado sin escribir mi post diario, y aunque ando en otros asuntos de mayor interés, haré un receso para soltar la lengua:

No sois pioneros en la bajeza de no prestarme atención. Jamás lo hizo nadie. Ni en la arquitectura. Ni en la música. Ni en la literatura. Ni en nada de nada que emprendiera nunca. Y mi actitud fue siempre la misma: Seguir adelante. ¿Por qué ahora tendría que cambiar? Esta mierda es un fracaso, pero sabed, necios internautas de cerebros asnales y almas borriqueras, que vuestro desprecio me afecta lo que un pedo en las antípodas, y este blog, por mis muertos, continúa.

Ajo y agua.

viernes, 4 de diciembre de 2009

LAUS DEO



Diz que España y las Américas, por vía de academia, han rematado un cierto libro que intitulan "Nueva gramática de la lengua española". Pues ando en estrecheces, con la bolsa a dos velas y comiendo de navaja, quedo a la espera, pero así la Providencia ordene que salga yo de mal año y pueda compralle, he de catarle las planas y el alma que tienen y, viendo de qué cosa vengan preñadas, inventarle si están todas sus partes en sazón o en desaliño, echar sentencia y, luego luego, informar a vuesas mercedes.

En Almería, y en poder del hambre viva, etc.

jueves, 3 de diciembre de 2009

ENTREVISTA A PEPE GÓMIZ (2)


Esto es continuación de ENTREVISTA A PEPE GÓMIZ (1)

- Oye, me intrigaste, con todo eso que comentabas del gran cambio que se avecina, y he buscado en Internet…

- Habrás visto que no mentía.

- No, no. Por supuesto. Nunca lo dudé. La que nos espera es de campeonato. Pero lo que me ha jodido de verdad y lo que me indigna, que como me encuentre a Dios lo cojo de los pelos, es que somos, al parecer, un invento de laboratorio.

- En efecto. Cabe esa opción. Y cabe muy seriamente.

- Sí, ¿no?

- Sí. Las más horribles piezas van encajando en el más horrible puzle, amigo mío, y tal vez solo seamos un resultado de la ingeniería genética.

- ¿O sea, que no nos hizo Dios?

- Puede que no directamente.

- ¡Te digo que lo cojo de los pelos! ¿Y quién, entonces?

- No quiero dedicar a este asunto más tiempo del imprescindible. Y como son muchas las versiones que circulan, te contaré solo una de ellas, y mal contada. ¿Te suena la esfera de Dyson?

- ¿Es un instrumento musical?

- ¡Qué coño dices, tarado!

- Como preguntas si me suena…

- Por este camino, no sigo.

- Disculpa.

- Imagina un planeta que no necesita de ninguna estrella para calentarse, porque genera el calor interiormente, y cuyas características superficiales también son creadas mediante la tecnología.

- ¿Un planeta artificial?

- Eso. Tal planeta puede surcar los espacios interestelares, puesto que las condiciones de vida las genera en sí mismo, quede cerca o lejos la estrella más próxima.

- Entiendo.

- Pues hay un planeta, llamado Nibiru (en sumerio: ‘el planeta del cruce’, ‘lugar que cruza’ o algo parecido), que podría ser una esfera de Dyson.

- ¿Y?

- Ese planeta atraviesa el Sistema Solar en intervalos fijos de miles de años (ahora, por ejemplo, lo tenemos ya a tiro de piedra, porque le tocaba regresar), y necesita oro para mantener su, digamos, ‘particular atmósfera’.

- ¿Y?

- Este planeta está habitado por unos individuos, los anunnaki, cuya ciencia nos adelanta en cientos de miles, si no millones de años, lo que les permitió descubrir que en la Tierra había del oro que tanto precisan. Y por lo trabajoso de su extracción, no tuvieron otra ocurrencia estos hijos de mil putas que diseñar en sus laboratorios a una nueva especie que trabajaría para ellos: Nosotros.

- ¿Es decir, que somos sus esclavos?

- Enteramente.

- ¡Sus muertos me cago!

- Para que sepas lo que vale un peine.

- ¿Y las otras versiones?

- Hombre, no. Ya te encargas tú, nene. Que no me pagan por ilustrarte. Bastante que te abro un campo a la reflexión.

- ¿Pero no puedes darme algún título, algún nombre, algo para seguir yo investigando?

- Eso sí. Sobre lo que hemos hablado, ‘El duodécimo planeta’ de Zecharia Sitchin, libro y autor inexcusables. Y si prefieres vídeos, busca en YouTube, para ir abriendo boca, a Alex Collier o a Bob Dean (este último, ex militar con información privilegiada, vejete entrañable, habla tan claro que no sé cómo está vivo todavía).

- Muchas gracias.

- Las que a ti te adornan, morenazo.

Continúa en ENTREVISTA A PEPE GÓMIZ (3)

miércoles, 2 de diciembre de 2009

'TATAREO'





(Hoy ya cumplí, pero me veo sobrado: Concederé otro post).

De todas partes del mundo recibo miles de cartas, o ninguna, pidiendo que abunde en mi sección ‘Curiosidades lingüísticas’. De modo que, y por no desatenderos, viciosones de la cultura, vaya lo siguiente:
  •  Encuentro en el Diccionario de la Academia:

    tararear.
    1. tr. Cantar entre dientes y sin articular palabras.

    tarareo.
    1. m. Acción y efecto de tararear.
  •  Y también:

    tatarear.
     1. tr. tararear.

  • Pero por ningún lado aparece, así me deje las pestañas, ‘tatareo’. 
 CONCLUSIÓN:

Mis celosos argos de la Real Academia: O quitamos ‘tatarear’ o incluimos ‘tatareo’.

LA BODA


 
LA BODA
 
Un hombre soltero, hastiado de correrías y de tanta libertad, quiso sentar cabeza. Buscó una mujer durante algún tiempo, pero no encontró a la indicada. Así que decidió casarse consigo mismo. Hombre influyente, no le costó mucho obtener el necesario permiso de las autoridades para llevar a efecto tan disparatada ocurrencia.

El día de la boda se bajaron de un solo coche el padrino, la madrina y él. Del brazo de ambos entró en la iglesia. La gente observaba incrédula.
—¿Quieres a este hombre por esposa? —le preguntó el sacerdote.
—Sí quiero —contestó.
—Y tú. ¿Quieres a este hombre por marido?
—Sí quiero —volvió a contestar.

Ya en el banquete, un amigo le habló en privado.
—¿Qué te pasa? Te noto serio —le dijo—. Tienes que alegrar esa cara. Es el día más feliz de tu vida.
—Te voy a ser sincero —confesó el hombre—. No me caso enamorado.

Fin
(Estupideces, Pepe Gómiz)
 

martes, 1 de diciembre de 2009

V PREMIO 'PEPE GÓMIZ' AL MEJOR MICROCUENTO DE ESCRITORES



Por tan ágil estoconazo a los de la pluma linda, se acuerda, por unanimidad, conceder el 'V Premio "Pepe Gómiz" al mejor microcuento de escritores' al relato 'Imbatible' de Pepe Gómiz.

IMBATIBLE

—Mi prosa es imbatible —presumía un escritor.
Le pegaron un tiro.
—¿Y tú?

Fin
(Estupideces, Pepe Gómiz)

lunes, 30 de noviembre de 2009

II PREMIO 'PEPE GÓMIZ' AL MEJOR MICROCUENTO DE SUICIDAS



(Hoy estoy ocupado con la música, así que algo rápido y va que arde. Y además, qué coño, para el caso que me hacéis...).

Por abordar tan delicado asunto con ingenio y brevedad, se acuerda, de manera unánime, conceder el 'II Premio "Pepe Gómiz" al mejor microcuento de suicidas' al relato 'Soluciones' de Pepe Gómiz.

SOLUCIONES

Un hombre dejó escrito antes de suicidarse:
—Tengo que hacer cambios drásticos en mi vida: Como, por ejemplo, morir.

Fin
(Estupideces III, Pepe Gómiz)

domingo, 29 de noviembre de 2009

IV PREMIO 'PEPE GÓMIZ' AL MEJOR MICROCUENTO DE INTERÉS SOCIOLÓGICO



(Pondré este post para rellenar, porque, desde luego, le quitáis a uno las ganas de todo).

Por su acierto y brevedad reflejando una triste situación que afecta a tantas criaturas, se acuerda, por unanimidad, conceder el 'IV Premio "Pepe Gómiz" al mejor microcuento de interés sociológico' al relato 'Honestidad' de Pepe Gómiz.

HONESTIDAD

—Me avergüenza estar siendo tan feliz. Quizás debiera meterme en una hipoteca.

Fin
(Estupideces, Pepe Gómiz)

sábado, 28 de noviembre de 2009

CARNAVAL



Dicen que, a no mucho demorarse, nos acabaremos comunicando mediante la telepatía. Malos augurios para el ilustrado, que tanto ha de perder, y los mejores para el ceporro, que tanto ha de ganar. Es el caso que semejante maravilla nos dejará sin palabras, o al menos, sin que sean necesarias. Lo pienso y me derrumbo. Con lo que me gusta una palabra... Más que a los gitanillos el pan blanco, que diría mi señora madre.

En fin. Deponiendo las nostalgias anticipadas, me ocupo hoy de un término muy traído por todos, y del que pocos conocen sus entresijos: "CARNAVAL".

  • En su Diccionario, la Real Academia ya aclara bastante:

carnaval.
(Del it. carnevale, haplología* del ant. carnelevare, de carne, carne, y levare, quitar, [...]).
1. m. Los tres días que preceden al comienzo de la Cuaresma.
2. m. Fiesta popular que se celebra en tales días, y consiste en mascaradas, comparsas, bailes y otros regocijos bulliciosos.

  • Y Corominas, en su etimológico, confirma esa procedencia italiana, precisa la fecha de adopción en 1495 y añade que el nombre tradicional castellano es "carnestolendas".

Regresando a la Real Academia:

carnestolendas.
(Del lat. caro, carnis, carne, y tollendus, de tollĕre, quitar, retirar).
1. f. pl. carnaval.

CONCLUSIONES:

1º Es decir, que el carnaval es la antesala del ayuno de Cuaresma, periodo en el que la norma católica ordena no comer carne, y comprobamos de nuevo la capitalísima importancia de los asuntos gastronómicos en el gobierno de las colonias humanas. Se organizan festejos de despedida en honor de un determinado manjar y se bautizan esos festejos con nombres alusivos. Y esto es una constante en cualquier sitio del mundo, sea Italia, España o la Cochinchina. Somos unos putos tragaldabas.

2º El español ha sido, es y será siempre un catetazo "snob" que valora antes lo ajeno que lo propio, pues teniendo ya nuestras "carnestolendas" no había necesidad alguna de heredar el "carnaval". Pero supongo que la influencia de lo italiano en 1495 era de todo punto irresistible para un paleto ibérico.

3º No ya solo del español, sino del menda de cualquier parte, es mucho eso de rebañar la olla. ¿Que nos van a quitar la carne? Pues a hartarse tocan. Es lo de "aprovecha mientras puedas", o el irreverente "a follar, que el mundo se acaba". Patético.

* NOTA, por gentileza del autor: Haplología es la eliminación de una sílaba parecida a otra contigua de la misma palabra. Así, carnelevale se convierte en carnevale (dentro del mismo italiano, el carnelevare pasó a carnelevale y, por haplología, a carnevale, palabra definitiva que hicimos nuestra con las oportunas modificaciones).

P. D. ¡Menudo rollo os he largado!

viernes, 27 de noviembre de 2009

DOS PERLAS, Y CON MI COMENTARIO, TRES




Quiero empezar esta nueva sección -sobre curiosidades lingüísticas- a lo grande. Déjoos, pues, estas dos perlas sacadas del Diccionario de la Real Academia (22ª ed., 2001, o sea, el vigente).

periquear. intr. Dicho de una mujer: Disfrutar de excesiva libertad. (Ej.: Andar periqueando).
izquierdear. intr. Apartarse de lo que dictan la razón y el juicio.

Parece inconcebible que, en los 'hipermegasuperprogresoides' tiempos que corren, aún perduren estas dos reliquias en nuestro palabraje oficial. ¿Será que rojos y feministas miran poco el diccionario? En fin. Saque cada quien sus conclusiones. Que aproveche.

* CURIOSIDADES LINGÜÍSTICAS


CURIOSIDADES LINGÜÍSTICAS



En esta sección, 'CURIOSIDADES LINGÜÍSTICAS', expondré las curiosidades que vaya encontrando en la lengua española y en otros idiomas, que, según llevo analizado, no son pocas. Ya veréis cuánto mejor acabamos conociendo el mundo.

lunes, 23 de noviembre de 2009

EL ANUNCIO



Se me ha ocurrido rentabilizar esta calamidad, poniendo el siguiente anuncio:

'Fracasado alquila su blog. Ideal para prófugos y anacoretas. Régimen desértico. Tranquilidad absoluta. Se garantiza no más de una visita cada mucho tiempo. Precio a convenir.  

(Interesados contactar a pepegomiz@msn.com)'

sábado, 21 de noviembre de 2009

YO SOLO



—Qué problemas tengo para ordenar alfabéticamente.
—¿Te sabes el abecedario?
—¿El abecedario? ¿Eso qué es?
—Hombre. El conjunto de las letras…
—¡Quita, quita. No me líes más!

Fin
(Estupideces II, Pepe Gómiz)

domingo, 15 de noviembre de 2009

II PREMIO 'PEPE GÓMIZ' AL MEJOR MICROCUENTO DE INTERÉS PEDAGÓGICO



Por establecer clara y brevemente la diferencia entre dos extremos que no se deben confundir, se acuerda, por unanimidad, conceder el 'II Premio "Pepe Gómiz" al mejor microcuento de interés pedagógico' al titulado 'La era de los datos' de Pepe Gómiz.

LA ERA DE LOS DATOS

—¡Pues no sabré cuántas son 2+2, pero sé que E=mc²!
—¿Ves la diferencia entre información y conocimiento?

Fin
(Estupideces II, Pepe Gómiz)

LA DENUNCIA



Un hombre se presentó en el juzgado:
—Muy buenas. Venía a poner una denuncia contra los extraterrestres.
—De acuerdo. ¿Concepto?
—Molestias a la humanidad.
—Pues vale. Ya está puesta. Pero esto va a tardar, ¿eh?
—No importa.

Fin
(Estupideces II, Pepe Gómiz)

II PREMIO 'PEPE GÓMIZ' AL MEJOR MICROCUENTO DE INTERÉS LABORAL



Por reflejar con ingenio y síntesis el sueño de tantos desempleados, se acuerda, por unanimidad, conceder el 'II Premio "Pepe Gómiz" al mejor microcuento de interés laboral' al relato 'Prenegativas' de Pepe Gómiz.

‘PRENEGATIVAS’

—No te entiendo. Si ya tienes trabajo, ¿para qué sigues buscando?
—Por el placer de rechazar lo que me ofrezcan.

Fin
(Estupideces III, Pepe Gómiz)

sábado, 14 de noviembre de 2009

LOS MISERABLES NO VOTAN



Hoy he entrado al blog y había un tipo husmeando. Me he esperado a que terminara.
- Psst.
- ¿Es a mí?
- Sí, a usted. ¿Qué pretende?
- Cómo que qué pretendo. Nada. Estaba ojeando el blog. He terminado. Y me marcho. Qué voy a pretender.
- ¿Se marcha? ¿No ha visto que tengo unas encuestas al final de la página?
- Sí. Las he visto.
- ¿Y entonces?
- Entonces, qué.
- No ha votado.
- No. No he votado. Y qué.
- ¿Le parece que yo me tomo la molestia de poner unas encuestas para que la gente no vote?
- No tengo obligación de votar.
- Le ha gustado el blog...
- No está mal.
- Ha echado el rato...
- Ciertamente.
- Y le ha salido gratis...
- Solo faltaba.
- Pues, amigo, sepa que no es gratis echar el rato a costa de mi trabajo.
- ¿Ah, no?
- No.
- ¿Y qué me piensa cobrar?
Señalé las encuestas.
- ¡Le digo que no voto, porque no me da la gana!
- ¡Váyase y no vuelva, miserable!

LA NUEVA MUJER (1)

Benjamín Solari Parravicini (1898 -1974) nos advirtió del cambio en la mujer futura, la que hoy conocemos. Entre las muchas facetas de esa nueva personalidad que abordó en sus psicografías, está lo siguiente.



CRISIS BURSÁTIL

Benjamín Solari Parravicini nos previno de la actual crisis con suficiente antelación.



I PREMIO 'PEPE GÓMIZ' AL MEJOR MICROCUENTO ESCATOLÓGICO



Por enfrentar lo burdo con elegancia, ingenio y brevedad, se acuerda, de forma unánime, conceder el 'I Premio "Pepe Gómiz" al mejor microcuento escatológico' al relato 'Finura' de Pepe Gómiz.

FINURA

Un pelo eructó.
—¿No puedes ser más fino?
—¿Más aún?

Fin
(Estupideces III, Pepe Gómiz)

jueves, 12 de noviembre de 2009

III PREMIO 'PEPE GÓMIZ' AL MEJOR MICROCUENTO DE INTERÉS SOCIOLÓGICO



Por apercibirnos de forma breve y literaria con tan útil aviso, se acuerda, por unanimidad, conceder el 'III Premio "Pepe Gómiz" al mejor microcuento de interés sociológico' al titulado 'Anticipación' de Pepe Gómiz.

ANTICIPACIÓN

—¿Por qué te pones serio cuando conoces a alguien?
—Por ganar tiempo: Antes o después, me acabará defraudando.

Fin
(Estupideces, Pepe Gómiz)

martes, 10 de noviembre de 2009

MISIÓN CUMPLIDA



Bueno, mal que bien, parece que he podido arreglar el desaguisado tras la desconfiguración de mi blog antiguo ('elblogdepepegomiz') el 29 de octubre. He abierto uno nuevo, este, y he volcado en él casi todo lo que allí tenía. La batalla librada con el infortunio se ha cobrado bajas importantes: Perdí cuatro de mis cinco seguidores, y no encuentro dos de mis mejores subidas ('Buen maestro' y 'Depresión postparto, descartada'). No obstante, misión cumplida.

DE LA PALABRA


(Publicado en mi blog antiguo el miércoles 28 de octubre de 2009)

Me dice Anabelella: "Creo que es bueno empezar hablando De la palabra en esta sección, en la que colaboraré encantada, honrada y orgullosa".


De la palabra

Llegas sin el verbo que todo lo puede,
sin el verbo que todo lo ahuyenta.
Reciclada en ti misma.
Partícipe de mis dudas.
Y no sabría cómo hacerlo posible sin ti.


(Anabelella)

* EL ESCAPARATE

Esta es la lista de la entradas correspondientes a la sección 'EL ESCAPARATE'.

EL ESCAPARATE


(Publicado en mi blog antiguo el miércoles 28 de octubre de 2009)

Esta nueva sección, 'EL ESCAPARATE', pretende ser una sala de exposiciones para trabajos que no son míos, pero sí de mi agrado. Es un espacio que reservo para los demás en mi blog. Para ti, por ejemplo, si superas el severo escrutinio de un exigente tribunal compuesto por una sola persona: Yo, el escaparatista.
 

ADAPTÁNDOSE AL CAMBIO


(Publicado en mi blog antiguo el miércoles 28 de octubre de 2009)

Incluido en mi libro (inédito) 'Estupideces', este cuento plasma de manera incisiva y breve el equivocado camino que va tomando la mujer de hoy.

ADAPTÁNDOSE AL CAMBIO

—¿Qué tal con tu novia?
—Ah, fantástico. El sábado mismo estuvimos en una fiesta y se fue por ahí con uno, y yo le dije: “a las tres en punto, te quiero aquí”. Bueno, pues a las tres menos cinco, allí estaba como un clavo.
—¡Qué maravilla! No la dejes escapar, ¿eh? Que eso es un mirlo blanco.
—No. Si ya lo sé.
 
Fin
(Estupideces, Pepe Gómiz)

LA PINTURA DE CRISTÓBAL ORTEGA

(Publicado en mi blog antiguo el martes 27 de octubre de 2009)


 (Pedro Pizarro)


El crítico de arte Pedro Pizarro (Málaga, 1956) desata los pormenores de un trabajo inspirado, denso y, ciertamente, nada fácil de entender a primera vista: La obra de Cristóbal Ortega. Lo hace desde un profundo conocimiento teórico y con indudable calidad literaria. Aquí os dejo el texto que ha escrito para el catálogo de la exposición que, bajo el título de 'Caoshu', inaugura Cristóbal en el Instituo Cervantes de Pekín el próximo 31 de octubre. Comprobaréis con su lectura que, tras un cuadro que se os antoja visualmente farragoso y conceptualmente vacío, puede haber un armazón intelectual que no sospechabais. Para eso están los entendidos como Pizarro, a quien doy las gracias por adelantado en nombre de todos los que cambien su manera de 'mirar' tras leer lo que sigue.

LOS DOS GRANDES RÍOS

Recordemos que el año próximo se cumplirá el centenario de la primera acuarela abstracta [1], realizada por Vasily Vasílievich Kandinsky (1866-1944), y que esta obra se considera el inicio de la abstracción lírica. La gran revolución del arte occidental se produce, pues, con la obra citada. Después de siglos en los que lo icónico prevalecía sobre la forma y el color Kandinsky abre la pintura –y el arte en general– hacia expresiones de libertad en las que prima la voluntad del artista sobre los programas de la representación de la realidad, aunque esta afirmación necesita de ser matizada sería cuestión a desarrollar en otro contexto. Lo que sí queda patente es que el arte abstracto no es ya una “novedad” pues goza de un siglo de existencia y está plenamente arraigado en los grandes movimientos del arte contemporáneo, por más que aún no goce del reconocimiento “popular” que debiera. En el imaginario de la población no especializada queda la rémora de analizar las manifestaciones artísticas desde la óptica de ver sólo la narratividad, olvidando los componentes esenciales de la pintura como son composición, estructura y color. Por ello es altamente significativa la aportación del arte abstracto, desde sus comienzos en las vanguardias históricas hasta el expresionismo americano y las consecuencias actuales. Libera al creador, de alguna manera, de la realidad; lo entrega en manos de la creación pura, zafándose –después de siglos– de la imitatio clásica. La producción de Cristóbal Ortega debemos adscribirla en esta parcela del arte contemporáneo que, como hemos comentado, es ya una tradición.

Las obras que se exponen en el Instituto Cervantes de Pekín se desarrollan bajo el epígrafe del Caoshu [2], y bajo este título se plasma la serie que se presenta. En ella se trabaja desde el interior de la creación pura, contemplando la estructura de la pieza, usando sólo las herramientas de composición y color. Esta afirmación viene dada respecto al aspecto estético de lo que contemplamos, en este sentido bajo el aparente caos subyacen unas directrices compositivas bien estructuradas; como un esqueleto al que se han ido añadiendo distintas opciones –a manera de collage– para conseguir un todo coherente. Junto a las líneas de fuerza [3], el uso del color enmarca el campo de actuación en el que se desarrolla la propuesta del artista. Pero junto a la composición y las líneas de fuerza (estructura) observamos la grafía. Esta grafía tiene su anclaje en el expresionismo abstracto americano –fundamentalmente en la Action Painting (Jackson Pollock, Willem de Kooning, Franz Kline)–, pero revisitado por Cristóbal Ortega. El resultado es una obra muy personal en la que, adivinando las fuentes en las que bebe, explicita un mundo propio que dialoga con la actualidad a la vez que se apropia de ciertos referentes históricos.

En el siglo que ha transcurrido de arte abstracto, desde la primera acuarela citada de Kandinsky a la actualidad, el camino recorrido ha sido proceloso. Pero, afortunadamente, este estilo [4] se ha consolidado y es una de las múltiples maneras que el creador tiene como opción al abordar su discurso. En este fin de era en la que nos adentramos la convivencia simultánea de formas e ideas es una de las señas de identidad de la sociedad, y no sólo en las manifestaciones plásticas sino en la actitud general del urbanita. Una sociedad hecha, basada, sobre infinidad de ofertas de toda índole en la que hay que elegir permanentemente y de manera instantánea puede abocar al desconcierto –y de hecho se han descrito sintomatologías psiquiátricas propias de nuestro tiempo– pues el extravío puede ser un signo de la actualidad. El concepto, pues, que quizás defina los tiempos en los que vivimos es el de caos.

En esta serie de Cristóbal Ortega hay un aparente caos que nos es tal ya que lo que se propone es compendiar su visión estética de una realidad propia. Una realidad propia que realiza una lectura simbólica de la realidad misma. El caos del mundo se ve, digamos que novelado, en la obra de Ortega; es una transposición –interpretación– de lo que nos rodea bajo el prisma singular de la mirada del artista. No es una pura propuesta estética sino que habla desde su óptica de las señas de identidad de la sociedad actual, el laberinto de opciones y decisiones que tomamos diariamente puede sumirnos en un caos mental pero si meditamos y estructuramos nuestros deseos y pensamientos surge una estructura en la que podemos organizar el Yo, podemos organizar el Mundo. Esta estructura es la base en las obras que presentamos aunque su apariencia sea otra. Si observamos detenidamente cada una de las pinturas podemos adivinar qué parcela concreta plasman, parcelas de “entidades mentales”; en el sentido de los parámetros de la filosofía greco-latina, donde se distingue entre ente y esencia [5]. Así, en la obra que analizamos se parte, para cada propuesta, de un ente que es la traducción de categorías esenciales del ser humano. Y, a la vez, se maclan unas piezas con otras hasta construir un discurso sobre la realidad misma pero, ya lo hemos dicho, no como imitatio sino como representación mental. Es una de las ventajas de lo abstracto, se puede representar la Idea; y ello enriquece la percepción, al dejarnos en libertad, zafados de lo accidental, de las circunstancias.

Aparte de estos conceptos filosóficos queremos apuntar otro debate que recorre la Teoría del Arte desde el primer Renacimiento italiano. Es el concepto de non finito [6] relacionándolo con el de horror vacui. Mientras que el non finito es una opción que se toma en el quattrocento florentino ante la imposibilidad de representar la realidad fielmente, el horror vacui –fundamentalmente barroco– propone “el relleno” de toda la superficie como manera de acercarse a la realidad. Ambos son términos antagónicos pero complementarios (por defecto), si no en general sí en la obra de Cristóbal Ortega. Es decir en la obra que estudiamos existe el horror vacui, en una primera lectura, pero realmente estamos ante el non finito. La primera mirada sobre la obra nos remite al horror vacui pero si profundizamos y vemos más allá de lo aparente descubrimos que estamos ante el concepto de non finito. El ente y la esencia, el ser y los accidentes. Recordemos también que el arte es “ilusionismo”, lo que vemos es lo que vemos (valga la tautología) pero también lo que esconde detrás. Queremos decir que en la obra de Ortega la primera percepción es el ya nombrado horror vacui pero que realmente ante lo que nos encontramos es el non finito. La imposibilidad, que incluso en el arte figurativo, se detecta de no poder representar la realidad, de no poder transmitir la Idea “exactamente”, se acucia en las manifestaciones abstractas.

Abundando en este concepto del non finito en las pinturas de Cristóbal Ortega, hay que reseñar que no es sólo desde la pura teoría sino que también se observa en la ejecución misma. Siendo rigurosos para que exista el non finito tienen que estar armonizadas teoría y praxis. ¿Y cómo vemos este concepto en la obra que estudiamos? El recurso técnico usado, aquí e históricamente, es el del vacío, lo no acabado aparentemente, se usa el fondo –el lienzo mismo– como “reserva” para integrarlo en la obra. Ese “vacío” del fondo “no-pintado” es un elemento esencial en el discurso. Y ello lo observamos claramente en la obra de Ortega. Junto a este “vacío” del fondo en las obras que nos ocupa hay que hacer hincapié en otro elemento-técnica importante: el collage, lo apuntábamos más arriba. El gran avance de la pintura, a partir del cubismo, es el uso del collage como método de integrar la realidad en el cuadro. Y esto es lo que adivinamos que hace Ortega. Así que su obra se vehicula en una doble tradición, la que parte del renacimiento italiano y la que se aborda desde las vanguardias históricas. Para ello usa el non finito y el collage. El resultado es una obra altamente conceptualizada que se enraíza en las grandes líneas desarrolladas en los últimos cinco siglos del arte occidental.

Mas, por otra parte, la obra de Cristóbal Ortega también tiene componentes de la Action Painting –lo insinuábamos antes– y esto es en el trazo, en el gesto, en la pincelada misma. No podemos olvidar al contemplar esta obra a Pollock pero sólo en esa grafía pues también hay componentes de los papiers collés picassianos. Un compendio, desde el punto de vista técnico, de la tradición moderna. Pero hay más, lo cual nos parece esencial, y es el estudio del espacio; antes hablábamos de estructura y líneas de fuerza, pero si éstas no se sustentan en el estudio espacial es sólo apariencia huera y esteticista. Traemos a colación la cuestión del espacio, que habitualmente no se contempla incluso en disciplinas como la arquitectura [7], pues nos parece que es lo que realmente define una obra de arte. La arquitectura no es sólo paredes y pavimentos, su “misión” es el estudio del espacio, lo mismo que un cuadro no es sólo pincelada y color sino estudio del espacio. Y en la obra de Ortega existe un explícito estudio espacial, lo que confiere a su obra la estructura sólida, el andamiaje, sobre la que se asienta su propuesta plástica.

Apuntamos, finalmente, que aunque dentro de las llamadas artes puras no se encuentra la pintura –ya que estos emblemas lo ostentan la música y la poesía– en el caso de los desarrollos abstractos creemos que sí hay que considerar esta parcela como una manifestación excelsa y pura. Creemos que la obra de Cristóbal Ortega tiene sus fuentes precisamente en la poesía y la música, no como inspiración directa –quizá– pero sí como estructura base para su “organización”. Al contemplar estos cuadros sentimos algo difícilmente definible, difícilmente aprensible, y tal vez tenemos que acudir a paralelismos como una gimnopedia de Erik Satie o un verso de El cementerio marino de Paul Valéry: trazos puros sustentados en el vacío de un aparente caos, pero subyace un pentagrama, un orden versificado. Es el orden interior de la obra de Cristóbal Ortega lo que nos atrae y –a través de él– la celebración del color, del gesto, de lo lleno y lo vacío, de lo aparente y de la esencia. El atractivo de un arte personal que se enraíza en las tradiciones más puras del arte occidental. Pero también se contempla la tradición de la escritura china –caoshu– para aunar dos partes del mundo, dos filosofías, en un compendio de altas cualidades estéticas y conceptuales.

Pedro Pizarro
Málaga, octubre de 2009
 ________________________________________

[1] Cronológicamente, el lituano Mikalojus Konstantinas Čiurlionis está considerado, por sus composiciones no figurativas fechadas en 1904, como el primer pintor abstracto. Pero la abstracción como un estilo moderno internacional y coherente fue establecida, desde la teoría y la práctica, por Kandinsky.
[2] Cao-shu. Forma de caligrafía china que alude a una escritura que se puede desarrollar hasta el infinito, produciendo múltiples formas plásticas que tienen su correspondencia en los ideogramas semánticos.
[3] No olvidemos que este año se celebra el centenario del Primer Manifiesto Futurista, firmado por Marinetti (1876-1944). En este manifiesto una de la propuestas esenciales es la consideración de “las líneas de fuerza” como aportación de un “arte nuevo”.
[4] Usamos el término estilo en su sentido más abierto. Aunque hoy en día esta relegado el término, parece la manera más exacta y comprensible de definir una determinada forma de hacer arte.
[5] Recordemos que posteriormente, y a partir de San Agustín, se desarrollan estos conceptos llegando a los de el ser y el accidente; el yo y las circunstancias.
[6] Ver DIAZ PARDO, José. Paradójico Pablo Picasso. Ed. Veramar, Málaga 2005.
[7] Ver ZEVI, Bruno. Saber ver la arquitectura ("Saper vedere l'architettura"). 1948.

lunes, 9 de noviembre de 2009

ENTREVISTA A CRISTÓBAL ORTEGA

(Publicado en mi blog antiguo el martes 27 de octubre de 2009)

“Gran compañero de estudios y parrandas, arquitecto, y pintor extraordinario” decía yo de él, hace unos meses, en el post que titulé AGRADABLE SORPRESA. Hoy, Cristóbal Ortega (Málaga, 1970), que a estas horas andará volando a Pekín, en cuyo Instituto Cervantes expone sus últimos trabajos, una serie de cuadros denominada “Caoshu” (tipo de caligrafía china desarrollable hasta el infinito), honra el blog con algunas de sus obras, que me autorizó a mostraros, y con sus reflexiones, que dejó para vosotros en esta entrevista antes de partir.


('Caoshu nº 19' Técnica mixta sobre lienzo 60 x 50)

—¿Cuándo empezaste a pintar?

—Empecé en primero de carrera de arquitectura, en la asignatura de ‘Procedimientos de Expresión Gráfica’.

—¿Qué buscas pintando?

—Crear un nuevo micromundo, dentro de este mundo, donde el ‘Dios’ del lugar soy yo.

—¿Están conectadas arquitectura y pintura de algún modo?

—Pienso que sí. Mi manera de afrontar la pintura es inherente a la formación de arquitecto. De hecho, a la hora de configurar un proyecto arquitectónico se busca dotar a un espacio de armonía, equilibrio, sensaciones… El proceso pictórico para mí es igual: bajo la apariencia de anarquía, caos, arbitrariedad, existe un orden que estructura el cuadro.

—¿Cuál es tu pintor de referencia?

—No tengo pintor de referencia. Tengo muchos referentes, porque pienso que no existe una única forma válida de expresar o crear un cuadro sino miles —retomando la imagen de que el proceso pictórico de un pintor es como la configuración de un mundo a medida en el que el ‘Dios’ del lugar (el creador) conforma sus leyes, color, luz, formas, equilibrios…—. Me gustan Willem de Kooning, Sam Francis, Juan Navarro Baldeweg, Jean-Michel Basquiat, Imi Knoebel, Soutine, Matisse, Francisco Peinado, Guerrero, Picasso, Goya, Roger van der Weyden, Cy Twombly…

—¿Arquitectura, o pintura?

—Son ambas estupendas como medio para poder expresar tus ideas. El matiz que las diferencia es que en la arquitectura existen muchos intereses a su alrededor, que hacen muy difícil poder desarrollar tus ideas sin interferencias externas, mientras que en la pintura puedes desarrollar tu mundo al cien por cien.


 (Maqueta del último concurso al que se ha presentado Cristóbal, me dice que sin éxito)

—¿Qué técnica utilizas?

—Pues no tengo ninguna como prioritaria. Depende de la idea que quieras enfatizar. Me vale cualquiera, pero, básicamente, suelo utilizar papel, cartón, madera, lienzo, óleo, acrílico, cera, lápiz, etc.

—¿En qué estilo pictórico sitúas tu obra?

—Podríamos enmarcarla en el expresionismo abstracto americano.

—¿Te tienta la escultura?

—Teniendo la formación como arquitecto me cuesta más trabajo, porque la arquitectura, para mí, está un escalón por encima de la escultura. Para hacer escultura, preferiría hacer cosas como Frank Gehry.

—¿Está la pintura en un buen momento?

—Yo pienso que sí, aunque en el mundo del arte se haya dicho que la pintura está muerta. Es como si dijéramos lo mismo de la escritura, como si pensásemos que la literatura está agotada por el hecho de utilizar palabras sobre un papel… ¿ya no hay nada más que contar?

—¿Se puede vivir de la pintura?

—Malamente, como diría José Antonio Muñoz Rojas.

—¿Te cotizas bien?

—La cotización no la pones tú. Te la dan las personas que están dispuestas a tener una obra tuya. Puedes querer vender un cuadro en 1000 euros y nunca venderlo.

—¿Qué buscas en el público? ¿Y qué crees que busca el público en ti?

—El público es el medio donde se materializa la obra. No se puede entender la literatura sin un lector. Lo mismo ocurre con la pintura. Cabría recordar que, en mi opinión, todo acto creativo no deja de ser un acto de egoísmo que busca la confirmación, el reconocimiento en el otro. Toda creación es un acto de comunicación. Puede ser para una gran mayoría o una minoría. Ese mensaje puede ser emitido en un lenguaje al que todo el mundo pueda llegar o limitarlo solo para algunos.



('Caoshu nº 9' Técnica mixta sobre lienzo 43 x 63)

—¿Qué pretendes con tu pintura?

—Nada trascendental. Pintar y encontrar satisfacción en ello.

—¿Por qué haces abstracto, y no figurativo?

—En los comienzos, cuando hacía ‘Procedimientos de Expresión Gráfica’ en arquitectura, hice muchas acuarelas y apuntes al natural. Me gustaba, pero la satisfacción estaba en el resultado final, en la acuarela terminada, y el proceso (encajar la acuarela, la perspectiva) a menudo me resultaba aburrido. Sabía qué es lo que quería, y era cuestión de tiempo el alcanzarlo. Tenía una sensación como de artesano. En esos días, conocí a pintores de Bellas Artes y descubrí otras formas de expresión que, a la postre, son con las que me desenvuelvo hoy en día.

—Cuando miro cualquiera de tus cuadros, termino casi siempre buscando formas identificables. ¿Qué tienes que decir a eso?

—Es lógico, en tanto en cuanto la pintura, desde sus orígenes, ha tenido la finalidad de representar la realidad, hasta que Kandinsky (1866-1944) postula, con su libro De lo espiritual en el arte, que la pintura puede ser como la música, y no estar ligada a los sonidos de la naturaleza. La libera del estigma de la representación.

—¿Estás satisfecho con tu trayectoria?

—Sí, porque la mayor satisfacción es darte cuenta de que, aunque en apariencia hay cambios en lo que haces a lo largo del tiempo, el fondo es auténtico, tuyo e inagotable. No he comprendido a esos creadores que llegan a un punto y ya no saben qué decir.

—Las madres suelen querer un hermoso bodegón para la salita. ¿Es tu caso? ¿Qué opina la familia de tu manera de pintar?

—Mis padres tienen cuatro o cinco cuadros míos en el salón. Concretamente uno de dos metros por dos, no hay manera de que me lo devuelvan.


 ('Caoshu nº 10' Técnica mixta sobre lienzo 62 x 42)

—¿Te ves algún día entre los grandes?

—Mi opinión de estar entre los grandes es ser capaz de disfrutar con algo que has hecho hace cinco años y que al volverlo a ver te sientes orgulloso. Te preguntas: ¿cómo hice esto? Lo otro es reconocimiento que ya no depende de ti.

—¿En qué te inspiras?

—Para mí, la inspiración no existe. Te explico: Mi proceso de creación es un acto continuo —se podría decir que se inició con las primeras acuarelas abstractas que hice en Sevilla y que continúa hoy en día—. Me pongo, y continúo. Todos los cuadros se necesitan unos a otros. Incluso, aquellos que no me convencen, los rompo y espero el momento para inserirlos en otros cuadros. Esto puede suceder al otro día o cinco años después.

—¿Pintas siempre en el mismo lugar? ¿En un estudio, acaso?

—Suelo pintar, cuando estoy en Málaga en el estudio que tengo en Alhaurín de la Torre, cosas de pequeño formato, por las dimensiones del espacio. Y cuando estoy en Río Martil (Marruecos), cosas de gran formato. Allí alquilo una casa grande, y el espacio lo permite.

—¿Cómo es una sesión de pintura? ¿Necesitas el ambiente adecuado?

—Sí. Suelo pintar con música, y prefiero estar solo.

—¿Sigues llevando tu cuaderno de apuntes en el bolsillo a todas partes?

—Últimamente, poco. Salgo poco. Cuando voy de viaje, sí.

—¿Ves el mundo de otro modo desde que pintas? ¿Cómo? ¿Ve un artista el mundo de manera distinta a los demás?

—No. Creo que el ser artista no ayuda a ver el mundo diferente. El mundo es lo que es. Lo que siempre me ha pasado es que no he tomado muy en serio al mundo. Por eso, me he creado mi mundo.


 ('Caoshu nº 5' Técnica mixta sobre lienzo 40 x 46)

—¿Qué hace tu cerebro mientras pintas?

—Pensar. Puede parecer que te dejas llevar, pero lo que realmente hago a la hora de pintar es pensar. Con relación a esto, gente, después de ver un cuadro mío, me ha comentado si me drogo, o bebo, cuando pinto. Me sería imposible pintar lo que pinto.

—¿Hay público para tu obra?

—Pienso que hay público para cualquier obra. El problema es encontrarlo.

—¿Te ves abandonando el abstracto algún día?

—Para mí, lo importante en la pintura es el proceso pictórico. Cuando empiezo un cuadro, no tengo ni idea del resultado final. Es empezar de nuevo con cada cuadro. El hecho de que no haya un trasfondo figurativo no es una exigencia previa en el proceso mismo. Podría acabar pintando figuración.

—¿Qué emoción experimentas ante un lienzo en blanco?

—No tengo un estado de ánimo especial ante el lienzo en blanco. Los inicios suelen ser automáticos. Es cuando empiezan a aparecer colores, líneas, movimientos… En este momento, aparece la tensión del proceso de creación.

—Tenía preparada una pregunta que ya, creo, has contestado: Si no te gusta uno de tus cuadros, ¿lo guardas, o lo destruyes?

—Por mi forma de trabajar, cuando un cuadro no llega a un resultado que para mí sea satisfactorio, lo rompo en trozos y guardo esos trozos, que en un futuro inseriré en otros cuadros. Esto hace que el proceso de pintar, en cierta forma, sea atemporal, ya que en un cuadro pueden coexistir trazos con diez años de diferencia.

—Más aún, entonces, sobra esta otra pregunta, que también tenía preparada: ¿Pintas sobre cuadros antiguos que no te convencen?

—No. Cuando un cuadro lo he dado por terminado, no lo retoco. Puede pasar que lo rompa y lo vuelva a integrar en otro (rara vez), pero no retocarlo. Pienso que la contemplación hoy de una obra de hace cinco años, por ejemplo, no te da pie a pensar que lo que haces hoy es mejor que lo de entonces. En mi proceso de pintar, lo de hoy es resultado de lo de ayer.

—¿Te trata bien la crítica?

—No me puedo quejar. Te adjunto un escrito, de un crítico de arte, que llevo en el catálogo para la exposición en Pekín.


 ('Caoshu nº 12' Técnica mixta sobre lienzo 43 x 63)

—¿Qué es lo mejor que han dicho de tu obra? ¿Y lo peor?

—¡Parece que se te ha derramado el cubo de pintura encima! Y no es broma. El otro día, estaba con el carpintero colocando un lienzo sobre un bastidor y apareció el representante de lienzos. El carpintero tuvo que hacer una gestión, y yo me tomé una cerveza con el representante, el cual me hizo dicho comentario, al que tuve que contestar que, con la crisis y los precios de los lienzos, no me podía permitir tirarlo, y me disponía a aprovecharlo.

—¿Te atrae China particularmente?

—Como cultura de más de tres mil años ininterrumpidos, me parece un país que hay que conocer.

—Pues nada más, Cristóbal. Feliz viaje. Mucha suerte en lo artístico. Y un millón de gracias por la entrevista. Te esperamos a la vuelta, para que nos cuentes cómo fue todo. Un fuerte abrazo.


(He olvidado comentar que la Embajada Española en Pekín cuenta ya con un cuadro de Cristóbal en su pinacoteca. Un reconocimiento nada despreciable de entre los muchos que, sin duda, le aguardan en su carrera).

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