EPIGRAMA DEL DÍA

"La suerte es una fuerza compensatoria para beneficiar a los más torpes". (Prontuario de supervivencia, Pepe Gómiz)

EPIGRAMAS ANTERIORES

FICHA TÉCNICA

Descripción: Este blog es una nanoporción de mí mismo; a mi vez, nanoporción de la humanidad; a nuestra vez, nanoporción del universo; a su vez, nanoporción de un todo perteneciente al supratodo que ni llego a imaginarme.

Herramientas: Los fenómenos de mi experiencia, los noúmenos de mi fantasía, mi literatura, mi música y demás utillaje.

Valoración: De visita muy recomendable.

Expectativas: Tras consultar el DRAE, diré que vergatarias, padrísimas, óptimas.

Conclusión: Sin necesidad de consultar el DRAE, acción y efecto de concluir.

miércoles, 30 de marzo de 2011

XVII PREMIO 'PEPE GÓMIZ' AL MEJOR MICROCUENTO DE INTERÉS SOCIOLÓGICO



Porque logra con un gesto resumir una tragedia, se acuerda, de manera unánime, conceder el ‘XVII Premio “Pepe Gómiz” al mejor microcuento de interés sociológico’ al relato ‘Victoria feminista’ de Pepe Gómiz.

VICTORIA FEMINISTA

En el confesionario:
—Padre, me acuso de ser hombre.

Fin
(Estupideces III, Pepe Gómiz)

martes, 29 de marzo de 2011

ENTREVISTA A LO FÁCIL


ENTREVISTA A LO FÁCIL

—Bienvenido.

—Gracias.

—¿Será difícil entrevistarle?

—Tú eres un caso patológico de pesimismo. ¿Cómo va a ser difícil, hombre, si soy lo fácil?

—Ya. Pero como me complico tanto…

—Ni aún así. No te procupes.

—De acuerdo. Empezamos pues. ¿Es usted para los vagos?

—Y para los torpes.

—¿Puede explicarlo?

—Muy simple. Los vagos me eligen por gusto y los torpes por necesidad.

—Entiendo. Yo no debo de ser ni una cosa ni otra, porque raramente recurro a usted.

—Cierto. Y tú te lo pierdes.

—¿Qué me pierdo?

—Que tu vida sea más cómoda.

—¿Acaso conviene que las vidas sean cómodas? Pienso que las vidas cómodas aletargan. Atrofian. Nos embrutecen. ¿Quién va a molestarse en buscar soluciones cuando no hay problemas? En cambio, las incómodas estimulan. Activan el afán de superación. Desarrollan las capacidades del individuo. Opino que son mejores.

—¿Te propones mandarme al paro?

—¡No, por favor! Usted, a veces, es la opción preferible.

—Pero no siempre. ¿No es eso?

—En efecto. Solo en ocasiones puntuales. ¿Seguimos?

—Seguimos.

—¿Puede hablarme de su relación con el aprendizaje?

—Conoces el terreno, ¿eh?

—Algo.

—En el aprendizaje hay dos etapas distintas en las que yo entro en juego. Una, al principio, cuando el sujeto comienza su instrucción. Y otra, más adelante, cuando ya domina esa disciplina.

—¿Y cuál prefiere?

—Déjame pensar… Sí, me siento más realizado en la primera. Pero se me valora mucho, y hasta se me admira, en la segunda.

—Un virtuoso de algún instrumento, por ejemplo.

—Cualquier gran maestro de lo que sea. La facilidad con que ejerce su oficio despierta verdadera admiración.

—¿Hay gente que jamás le ha solicitado?

—No. Hay gente con la que trato poco —tú, por ejemplo—, pero todos, en algún momento, se me acercan.

—Eso es importante. ¿Se le acercan? ¿No es usted el que se nos acerca?

—¿Que si os tiento, quieres decir?

—Si nos tienta. Si nos provoca. Si nos induce de algún modo.

—Sencillamente estoy siempre a mano, por si hago falta.

—Se agradece.

—Cumplo con mi obligación.

—Voy a enumerar algunos conceptos, y usted se va identificando con ellos en mayor o menor grado.

—¿En la medida en que participo en esos conceptos?

—Sí.

—Adelante.

—Amar. Odiar.

—Odiar.

—Padre. Hijo.

—Hijo.

—Insultar. Respetar.

—Insultar de forma anónima.

—Guerra. Paz.

—Guerra a la que van otros.

—Nacer. Vivir. Morir.

—Ninguno de esos tres conceptos es de mi competencia.

—Amasar una fortuna. Acabar en la miseria.

—Esos tampoco.

—Huir. Perseguir.

—Ni esos.

—Libertad con remordiento. Condena voluntaria.

—Tampoco.

—Morir por no matar. Matar por no morir.

—Es verdad que te complicas demasiado.

—¿Lo dejamos, entonces?

—Lo dejamos.

—Pero, si no le importa, tengo una curiosidad. ¿Qué es lo más fácil que ha hecho nadie nunca?

—Tendrás que entrevistar a lo más facil. Yo soy solo lo fácil.

—Gracias por su tiempo.

—De nada.

miércoles, 23 de marzo de 2011

ENTREVISTA A LAS UÑAS


ENTREVISTA A LAS UÑAS

—Bienvenidas.

—Bien hallado.

—¿Para qué sirven ustedes?

—¡Caramba! ¿Y un guitarrista lo pregunta?

—Oigan, que la guitarra se puede tocar sin uñas o con púa.

—No es igual.

—Igual y hasta mejor. Depende de quien toque.

—Pues Andrés Segovia llegaba a suspender toda la gira si se le rompía una de nosotras.

—Vale. Lo acepto. Para tocar la guitarra. ¿Algo más?

—¿No dice uno de tus epigramas “si te comes las uñas, tendrás que rascarte con las de otro”?

—Los epigramas han de ser breves. Por eso no pongo que te puedes rascar con otras cosas que no sean uñas.

—Justamente se te dan uñas para que no tengas que recurrir a esas otras cosas. Como se te dan dientes para que no tengas que batir los alimentos o venas para que no lleves la sangre en un tarro.

—¿Aprueban, entonces, mi epigrama?

—Sí.

—Luego ¿sirven para comer?

—Servimos para que calme su ansiedad quien nos come. Que es distinto.

—Mocos, cerumen, legañas… ¿También para eso?

—¿Escombrar? Naturalmente. Y a mucha honra. Contribuye a nuestra polivalencia.

—¿Incluye esa polivalencia arañar al prójimo?

—Por qué no. Tenéis que defenderos.

—¿Consideran la manicura una buena práctica?

—Sin duda. Y la agradecemos. Somos coquetas. Nos gusta ir arregladas.

—Pero esa coquetería es un serio incordio para nosotros. ¿No podrían, al menos, dejar de crecer? ¿Que fuera solo pintarlas, el que quiera hacerlo, sin tener que cortar y limar permanentemente?

—Nuestro continuo crecimiento es un regalo que no sabéis apreciar. Ante cualquier contratiempo, basta con esperar unos días para que nos regeneremos. Otras partes de tu cuerpo no disfrutan de ese privilegio. Piénsalo.

—¿Están por ahí las uñas de los pies?

—Estamos.

—¿Sirven ustedes para algo más que romper calcetines o hacer que veamos las estrellas cuando nos pisan?

—Es importante que veáis las estrellas cuando os pisan. Mandamos un mensaje previo de dolor, que actúa a modo de alerta, para que estéis atentos y no perdáis los dedos. Y respecto a los calcetines, ¿qué culpa tenemos si sois unas águilas imperiales que tardáis meses en cortarnos?

—Ha sido un placer.

—Es recíproco.

martes, 22 de marzo de 2011

ENTREVISTA AL RETRETE


ENTREVISTA AL RETRETE

—Sea bienvenido.

—Qué tal lo llevas.

—Disculpe, pero no recuerdo haberle autorizado a tutearme.

—¡Mira el fino este!... ¡Como si no nos conociéramos!

—Tengo un epigrama que dice: “En el mundo de los objetos, ser retrete es una vergüenza”. ¿Está de acuerdo?

—Al ciento por ciento.

—Sin embargo, usted presta un gran servicio a la comunidad.

—Pues sí, pero la gente es muy mala.

—¿La gente?

—Los demás objetos.

—Ajá. ¿Y la gente no?

—Duele menos.

—Claro. Hiere más la sangre propia. Centrándonos, pues, en los objetos, ¿le gastan bromas?

—Continuamente.

—¿De qué tipo?

—Siempre están con lo de ‘mucha mierda’.

—Eso significa 'suerte'.

—Significará suerte si se lo dicen a un Steinway & Sons antes de un concierto. Pero que me lo digan a mí es puro recochineo.

—Entiendo. ¿Prefiere hombres o mujeres?

—Lo mismo hacen unos y otras.

—¿No son, quizás, las mujeres algo más modositas?

—Si yo te contara…

—Bueno, tiene su lógica: Si comen igual, parece razonable que caguen igual.

—A ver.

—¿Estreñidos o sueltos?

—Sueltos. Que pase pronto el mal trago.

—Pero lo ensucian todo.

—Se tira de la cadena.

—¿Nos distingue por los culos?

—Sí. Y el tuyo es muy feo. Además, estás podrido, cabrón.

—Oiga. Si le molesta la entrevista, podemos dejarla.

—No, no. Sigue. Está simpática.

—No sigo, no. Me has ofendido. ¿Y sabes una cosa?

—…

—¡Que pienso tomarme una caja entera de laxantes, imbécil!

viernes, 18 de marzo de 2011

DESCONFIANZA


DESCONFIANZA

—He contactado con seres superiores. Dicen que nos amemos.
—No te fíes. Igual van buscando pasar el rato, y luego, si te vi no me acuerdo.
—¡Que nos amemos los humanos!
—Ah. Eso sí está bien.

Fin
(Estupideces II, Pepe Gómiz)

jueves, 17 de marzo de 2011

PRIMICIA


PRIMICIA

En la redacción del periódico:
—¿Qué tenemos hoy? —preguntó el director.
—Yo traigo el estallido de la Tercera Guerra Mundial.
—Se veía venir. ¿Algo mejor?
—Yo he localizado al Anticristo.
—Está en la Biblia. ¿Más?
—Se espera que impacte mañana el asteroide que provocará el fin del mundo.
—Muy manido, también. ¿Es que nadie ha conseguido una primicia?
—Una famosa se ha cambiado el color de pelo.
—¡Perfecto! Lo quiero en portada. Necesitaremos nombre del establecimiento, biografía de la peluquera, marca del tinte, tiempo que emplearon, facturas, etc.

Fin
(Estupideces, Pepe Gómiz)

miércoles, 16 de marzo de 2011

OTRA DE DON BENJAMÍN

No puedo pasar por alto estos días el siguiente vaticinio. Lo hizo Benjamín Solari Parravicini en 1971.



lunes, 14 de marzo de 2011

V PREMIO 'PEPE GÓMIZ' AL MEJOR MICROCUENTO DE PARADOJAS



Porque de forma ingeniosa y breve cuestiona la validez de los tópicos, se acuerda, unánimemente, conceder el 'V Premio "Pepe Gómiz" al mejor microcuento de paradojas' al tiulado 'Superioridad' de Pepe Gómiz.

SUPERIORIDAD

Un elefante y una pulga peleaban.
—¡Abusas de tu tamaño!
—Tú empezaste —dijo la pulga mientras el elefante se rascaba con desesperación.

Fin
(Estupideces, Pepe Gómiz)

domingo, 13 de marzo de 2011

QUE DIOS NOS PROTEJA

Los hay que atribuyen las desgracias a la casualidad. Otros, en cambio, a las fuerzas del mal. Hace un rato ha entrado en erupción el volcán japonés ‘Shinmoedake’. He hecho esta captura de pantalla, donde puede observarse una mirada diabólica que surge del humo. Cada quien saque sus conclusiones. 




sábado, 12 de marzo de 2011

DURO DE MOLLERA


DURO DE MOLLERA

En la editorial:
—Buenas. Para publicar este libro.
—¿Sabe que hay crisis?
—Sí.
—¿Qué tiene la gente en crisis?
—Hambre.
—¿Y cómo se quita el hambre?
—Comiendo.
—Ah. ¿Que no se quita leyendo?
—No.
—¿Y entonces?
—Bueno. Ya, si eso, vendré cuando pase la crisis.
—Perdone. Usted parece tonto. ¿Qué tiene la gente cuando pasa la crisis?
—Hambre.
—¿Y cómo se quita el hambre?
—Comiendo.
—Ah. ¿Que no se quita leyendo?
—No.
—¿Y entonces?
—Bueno. Ya, si eso, no vengo más.
—Ha costado, ¿eh?

Fin
(Estupideces II, Pepe Gómiz)

jueves, 10 de marzo de 2011

ENTREVISTA A LOS MICROORGANISMOS QUE VIVEN EN MÍ


ENTREVISTA A LOS MICROORGANISMOS QUE VIVEN EN MÍ

—Bienvenidos, pequeñajos.

—Nuestros respetos, Altísimo.

—¿Cómo Altísimo? ¿Acaso me consideráis una especie de Dios?

—Qué bromista es Su Divinidad. Lo consideramos Dios, no una especie de Dios. Lo consideramos el único Dios posible. El único Verdadero. El Absoluto. Dueño y Señor de todo lo existente.

—¿Pero estáis completamente locos?

—No. ¿Por qué? Sabemos que hay algo por encima de nosotros, una fuerza poderosa, una inteligencia superior que nos ha dado la vida, que nos vigila y nos ama, que nos protege y ayuda, y que, en función de nuestros méritos, nos juzga y así actúa, pero siempre desde su infinita misericordia porque está en nosotros y nosotros en Él, participando de la misma esencia.

—¿Y soy yo ese?

—Claro. ¿Quién sino Su Divinidad? ¿Quién sino Dios?

—No doy crédito. ¿Podéis decirme qué es para vosotros el universo?

—El inabarcable espacio hecho por Dios para los millones y millones de criaturas que lo habitamos. Una manifestación de su amor por nosotros.

—¡Pero si solo es mi cuerpo!

—Llámelo Su Divinidad como prefiera. ¿Cuerpo, que no Universo? Pues Cuerpo.

—Un cuerpo, digo un universo que puede colapsar en cualquier momento.

—¿Colapsar una obra tan perfecta?

—¿Habéis pensado que pueda haber otro Dios por encima de mí?

—¿Qué necio podría atreverse a pensar tal cosa?

—Alguien tuvo que crearme. ¿Qué explicación tenéis para eso?

—A Su Divinidad no lo creó nadie. Surgió de la nada.

—¡Asombroso!

—¿El qué?

—Que, sea cual sea la escala, todo bicho viviente llega a las mismas conclusiones.

—¿Qué es la escala?

—No importa. Me ha sido de gran ayuda esta entrevista.

—Estamos para servirlo, Altísimo.

miércoles, 9 de marzo de 2011

IV PREMIO 'PEPE GÓMIZ' AL MEJOR MICROCUENTO FILOSÓFICO



Por regular tan concisa y brillantemente la existencia humana, se acuerda, de manera unánime, conceder el ‘IV Premio “Pepe Gómiz” al mejor microcuento filosófico’ al titulado ‘El maestro’ de Pepe Gómiz.

EL MAESTRO

A uno que acababa de morir le preguntaron:
—Disculpe. Voy a nacer en un instante. ¿Qué me recomienda?
—Sueñe —dijo— del futuro lo que quiera, viva del presente lo que pueda y borre del pasado lo que duela.

Fin
(Estupideces III, Pepe Gómiz)


martes, 8 de marzo de 2011

ES BROMA


ES BROMA

Un hombre fue a pedir trabajo.
—¿Definición política? —preguntó el contratante.
—De izquierdas.
—¡Salga de mi despacho!
—No. No. Que es broma. De derechas.
—¡Fuera!
—No. No. Que es broma también. De centro.
—¡A la calle!
—No. No. Que es broma. Soy apolítico.
—Estupendo. ¿Y de qué le gustaría trabajar? Supongo que de bromista, ¿verdad?

Fin
(Estupideces, Pepe Gómiz)

lunes, 7 de marzo de 2011

ENTREVISTA AL TRABAJO


Este viene a la entrevista con aires de gran señor. Menuda sorpresa va a llevarse el pájaro.

ENTREVISTA AL TRABAJO

—¡Mal venido, perro miserable!

—¡Oye! ¡Qué formas son esas!

—¡Las que te mereces, criminal! ¿A ti no te da vergüenza tener a la humanidad esclavizada de este modo?

—¿Esclavizada?

—¡Sí!

—Pues no veo yo los esclavos por ninguna parte.

—Ah. ¿No los ves, cínico de los cojones? ¿No ves a la gente amargada, desperdiciando sus vidas en ti para ganarse cuatro duros?

—En primer lugar, no las desperdician: Las aprovechan, que es distinto.

—¡Que las aprovechan, dices, babosa!

—Oye, si no me dejas que hable, me voy.

—A ver.

—En segundo lugar, yo no obligo a trabajar a nadie. El que no quiera trabajar, que no trabaje.

—¡Pero qué poca vergüenza tienes! ¡Sabes que necesitamos comer!

—¿Me dejas?

—Qué.

—En tercer lugar, no todos ganan cuatro duros. Que muchos…

—Muchos ni eso. ¿Pero cómo has conseguido, lacra del universo, llegar a esta situación privilegiada? Una escoria como tú tendría que estar reptando entre lombrices. ¿Qué favores te debe Satanás para que hayas medrado así, bestia inmunda?

—Me parece que te estás pasando.

—¡Mira quién habla! ¿Pero qué putísimo cabrón ha hecho creer a la plebe que semejante mierda dignifica? ¡Dime!

—Pues claro que dignifico.

—¿Que dignificas? ¡Quítate de mi vista, basura! ¡Largo!

—Me voy porque quiero.

—¡Y porque, si no, te saco a hostias! ¡Fuera!

—Y en cuarto lugar, de amargados nada. Que los que tienen trabajo están bien felices y bien contentos.

—¡Porque los habéis idiotizado, que ese es vuestro juego! ¡Sujetadme, que me lo cargo!

domingo, 6 de marzo de 2011

ENTREVISTA AL CERO A LA IZQUIERDA


Con mis mejores galas recibo a un personaje injustamente tratado, al que me unen, por cierto, no pocas semejanzas: El cero a la izquierda.

ENTREVISTA AL CERO A LA IZQUIERDA

—Bienvenido.

—¿De verdad que es a mí a quien quiere entrevistar? ¿No se habrá confundido?

—En absoluto. Es a usted a quien quiero entrevistar. Y añado que es, además, un honor hacerlo.

—Vaya. Pues encantado. Es que como no tiene uno costumbre…

—Leo en el diccionario que es usted dos cosas: un inútil que no vale para nada, y alguien que no es valorado o tenido en cuenta por los de su entorno. ¿Está de acuerdo con esas definiciones?

—Solo con la segunda.

—Lo suponía.

—Sí. Es cierto que no se me valora ni se me tiene en cuenta.

—¿A usted, o sus opiniones?

—Ni a mí, ni mis opiniones, ni mis obras, ni nada de nada. No soy importante para nadie. Soy completamente prescindible. No es que quieran quitarme de en medio, pero actúan como si no estuviese.

—¿Y eso le afecta?

—Lógico. Si te ignoran sistemáticamente…

—Qué.

—Pues que acabas dudando de todo. Hasta dudas de que acaso puedan no equivocarse. Empiezas perdiendo confianza en ti mismo y acabas convencido de que no tienes nada que aportar.

—¡Qué canallada! ¿Y respecto a la primera definición, esa de que usted es un inútil?

—Desde luego, terminan consiguiendo que te creas un inútil. Pero no. No estoy de acuerdo. Quien ha redactado eso está olvidando mi papel en los números decimales.

—Cierto. Es que, los académicos, de matemáticas…

—Ni olerlas. Porque ya me dirán si no son fundamentales el cero coma lo que sea o el coma cero lo que sea.

—Fundamentalísimos.

—Pues, sin mí, serían conceptos imposibles. Así que para que usted vea.

—La injusticia.

—Claro.

—¿Podemos, entonces, concluir que es víctima de un atropello?

—Absolutamente. Y, si me lo permite…

—Está en su casa.

—… quisiera, desde aquí, pedir a las autoridades que prohíban vincularme a los asuntos cotidianos, y que, en lo sucesivo, quede mi empleo circunscrito al ámbito de los algoritmos.

—Formulada tan exaudible instancia, que deseamos prospere, agradezco nos haya honrado con su visita y alumbrado con sus razones, y doy por finalizada la entrevista, si es que no tiene a bien poner algún remiendo.

—Mi sincera gratitud. Ha logrado usted que me sienta hoy un ‘cero a la derecha’.

—Fue un placer.

sábado, 5 de marzo de 2011

ENTREVISTA A SAN JINOJO EN EL CIELO

El nombre del santo imaginario San Jinojo se suele utilizar en la frase ‘San Jinojo en el Cielo’ para referirnos a alguien alelado, bien porque lo es de suyo, bien porque lo está coyunturalmente. Veamos qué nos cuenta.

ENTREVISTA A SAN JINOJO EN EL CIELO

—Bienvenido.

—…

—Bienvenido.

—…

—No se entera… ¡Oiga!

—…

—¡OOOIGA!

—¿Eh?

—¡Vaya, hombre, por fin! Bienvenido.

—¿Qué?

—Que bienvenido.

—¿Es a mí?

—Hosti el tío. Sí. A usted. Bienvenido.

—¿Bienvenido?

—Sí. Que me alegro de verle. ¿Qué tal por el Cielo?

—No sé.

—Cómo que no sabe. ¿No vive usted en el Cielo?

—¿Yo?

—Claro. San Jinojo en el Cielo…

—…

—¿Es usted San Jinojo?

—Bueno.

—Cómo que bueno. ¿Es o no es?

—El qué.

—San Jinojo. Pero ¿dónde va? Que no hemos terminado.

—…

—Que se larga, coño. ¡Oiga! ¡OOOIGA!

—¿Eh?

—¡Que ha sido un placer!

—¿Qué?

—¡Y gracias por la entrevista!

—¿Es a mí?

—La madre que lo trajo… Ahora se entiende.

viernes, 4 de marzo de 2011

ENTREVISTA A MI PROPIA MUERTE


ENTREVISTA A MI PROPIA MUERTE

—No me atrevo a decir ‘Bienvenida’.

—Lo entiendo.

—En fin. Como se trata de una visita no oficial, fuera de calendario y con el único propósito de contestar a mis preguntas, lo diré: Bienvenida.

—Muy amable.

—¿Sabe?, pensé que me sentiría peor teniéndola cara a cara.

—¿Cómo de peor?

—Quizás…

—¿Muerto?

—Sí, claro. Muerto. Pero no. Me refiero a esos instantes previos a la muerte. Siempre he creído que me darían mucho miedo.

—Ten en cuenta que mi presencia hoy aquí es amistosa.

—Ya, ya. Que, cuando venga en serio, la cosa puede cambiar. ¿Verdad?

—Verdad.

—Pues empecemos, si le parece.

—Adelante.

—¿Es usted mi propia muerte, o la propia muerte de todo el mundo?

—La tuya exclusivamente.

—¿Significa eso que cada quien tiene la suya propia?

—Así es.

—Y, dígame, ¿qué hace usted mientras estoy vivo?

—Esperar.

—¿Dónde?

—En el futuro.

—¿En un lugar concreto del futuro?

—¿En un momento concreto, quieres decir?

—Sí.

—No. Las muertes no están prefijadas.

—¿Cómo sabe, entonces, cuándo tiene que llegar?

—Me avisan.

—¿Quién?

—Dios.

—¿Él personalmente?

—Dios no es una persona.

—Vale. En calidad de Dios, pero le avisa Él.

—Repito que me avisan. Dios tiene muchos colaboradores.

—De acuerdo. Le avisan. ¿Significa eso que usted no está siguiendo mi vida?

—Por supuesto que no. Yo soy un hecho del futuro que espera su hora para acontecer. Nada más. No nos permiten involucrarnos en la vida de quien nos encomiendan.

—Pero conmigo se está involucrando.

—Es una excepción reservada para gente como tú, que se interesa con seriedad por la muerte.

—¿Quiere decir que le han dado permiso para concederme esta entrevista?

—En efecto. De otro modo habría sido imposible.

—Y, dígame, cuando un día le ‘avisen’, ¿será usted quien determine la forma en que he de morir?

—Absolutamente no. La forma y el tiempo de tu muerte lo determinaréis tú, con la aprobación de Dios, o solo Dios. Y yo, entonces, ejecutaré la orden. Pero sin tomar decisión alguna.

—A ver si lo he entendido. Si Dios decide que yo muera, le avisa y usted viene. Y si me suicido, también le avisa y usted viene. ¿Correcto?

—Correcto.

—Bien, bien. Habría mucho más que preguntarle: si es mi propia muerte en todas mis reencarnaciones, qué le sucederá cuando yo haya muerto o cómo actúa durante un coma, por ejemplo, pero lo dejaremos para mejor ocasión.

—Como quieras.

—Una última duda: ¿Haberme conocido anticipadamente, hará que le tiemble el pulso cuando regrese a por mí?

—También yo tengo una última duda: ¿Haberme conocido anticipadamente, hará que no te tiemble el pulso cuando regrese a por ti?

—Gracias. Todo un placer.

—No hay de qué. El placer ha sido mío.

jueves, 3 de marzo de 2011

VIII PREMIO 'PEPE GÓMIZ' AL MEJOR MICROCUENTO DE ECONOMÍA



Por lo profético de tan breve escena, se acuerda, de manera unánime, conceder el 'VIII Premio "Pepe Gómiz" al mejor microcuento de Economía' al titulado 'Despensa bucal' de Pepe Gómiz.

DESPENSA BUCAL

—Tienes comida entre los dientes —censuraron a uno.
—Gracias a eso, voy tirando —contestó.

Fin
(Estupideces III, Pepe Gómiz)

miércoles, 2 de marzo de 2011

ENTREVISTA A UNO CON TRABAJO


ENTREVISTA A UNO CON TRABAJO

—Bienvenido.

—Gracias.

—¿Me permite tocarlo?

—¡Pero oiga…!

—¿De verdad que tiene usted trabajo?

—Sí.

—¿Con su sueldo y todo?

—Que sí, hombre. ¡Pero deje de sobarme…!

—¿Y desde hace mucho?

—Desde que cumplí los dieciséis.

—¡Ay, Dios mío!

—¡Que me suelte, coño!

—No, no, disculpe. No me malinterprete. Es que no se imagina cómo le admiro.

—Pues muy bien. Pero las manos quietas. ¿Cuál es su oficio?

—Arquitecto.

—Caramba. Lo siento.

—No se preocupe. Estoy acostumbrado. Y, dígame, ¿paga usted sus facturas religiosamente?

—Siempre en fecha.

—¿Hipoteca incluida?

—Por supuesto.

—Qué barbaridad. ¿Y tiene los recibos domiciliados y el banco no se los devuelve?

—Así es.

—¿Nunca?

—Nunca. ¡Que no me toque!

—¿Fuma usted?

—Sí.

—De picadura.

—No. Liado.

—¿Liado? ¡La madre que…! ¿Y se toma sus cervecitas de vez en cuando?

—A ver.

—Y se permite comprar algún caprichito que otro…

—Claro. ¡Que le sacudo, eh!

—Y, bueno, esto ya sí que no… ¿Viaja por vacaciones?

—Todos los años.

—…

—¡Aparte, vicioso! ¡Qué me está llenando de babas! ¡Guardia! ¡Guardia!...

martes, 1 de marzo de 2011

ENTREVISTA AL PERFUME DE LADY GAGA


Estremece y repugna. Es indignante. He leído hace un rato la noticia: Lady Gaga saca un perfume hecho con sangre y semen. La sangre, suya. El semen, a saber de quién. ¡Malditos salvajes! Entrevisto de inmediato a ese monstruo.

ENTREVISTA AL PERFUME DE LADY GAGA

—¿Qué te has propuesto?

—Ante todo, hola.

—¡Cómo! ¿Un perfume de sangre y semen dando lecciones de civismo? ¿Pero con quién te crees que estás hablando? ¿Con una de esas golfillas descerebradas que se parten el culo por ir a un concierto?

—No pienso tolerar que trates así al público.

—¿Llamas público a un rebaño de petardas? ¿A una marea descompuesta y frenética? Público es otra cosa. Público es lo mío. Un público sereno. Cabal. Que reflexiona y sopesa. Gente de orden. Pocos. Cierto. Pero de primera. ‘Ubaldo Gómiz Miralles’, ‘Anabelella’, ‘María Jesús Almendro’, ‘hcabarquitectos’, ‘Lestat_L’ o ‘Vidal’. Eso es público.

—Pues será público, pero te estás cagando de hambre.

—¡Y qué! Lo prefiero antes que manipular a las masas.

—Ellas se dejan manipular. Quieren ser manipuladas.

—¡Monstruo! ¡Monstruo! ¡Y mil veces monstruo! ¡Son necias sin criterio! ¡Son ignorantes! ¡No se trata de que quieran ser manipuladas, se trata de que no pueden evitar ser manipuladas! ¡Y, por tanto, es responsabilidad nuestra no hacerlo!

—¿Tú qué eres? ¿Una especie de santo o algo así?

—¡Tus muertos!

—¿Qué tal si te serenas?

—¿De quién ha sido la idea?

—¿La de la sangre y el semen?

—Sí.

—Supongo que de Lady. No lo sé.

—Lady… ¡Tiene cojones!

—¿Ya estamos?

—¿Sabes lo que ha dicho tu ‘Lady’ cuando le han preguntado a qué olerías?

—¿Qué ha dicho?

—¡A puta de lujo!

—Es genial.

—¡Es inmoral! Y dice que la sangre es para que las borregas puedan sentir que llevan a Lady Gaga sobre la piel.

—Pues yo eso lo veo muy poético.

—¡Pero qué poético ni qué hostias! ¡Es como llevar la marca del diablo encima!

—¿Por qué eres tan negativo?

—Y tú tan cínico.

—De verdad que no entiendo qué puede importarte a ti este asunto.

—Me importan las señales del Apocalipsis.

—¿Eso somos?

—Eso sois.

CONTACTO

  • pepegomiz@msn.com

DATOS PERSONALES

SEGUIDORES (pulsa F5 si no aparecen)