El nombre del santo imaginario San Jinojo se suele utilizar en la frase ‘San Jinojo en el Cielo’ para referirnos a alguien alelado, bien porque lo es de suyo, bien porque lo está coyunturalmente. Veamos qué nos cuenta.
ENTREVISTA A SAN JINOJO EN EL CIELO
—Bienvenido.
—…
—Bienvenido.
—…
—No se entera… ¡Oiga!
—…
—¡OOOIGA!
—¿Eh?
—¡Vaya, hombre, por fin! Bienvenido.
—¿Qué?
—Que bienvenido.
—¿Es a mí?
—Hosti el tío. Sí. A usted. Bienvenido.
—¿Bienvenido?
—Sí. Que me alegro de verle. ¿Qué tal por el Cielo?
—No sé.
—Cómo que no sabe. ¿No vive usted en el Cielo?
—¿Yo?
—Claro. San Jinojo en el Cielo…
—…
—¿Es usted San Jinojo?
—Bueno.
—Cómo que bueno. ¿Es o no es?
—El qué.
—San Jinojo. Pero ¿dónde va? Que no hemos terminado.
—…
—Que se larga, coño. ¡Oiga! ¡OOOIGA!
—¿Eh?
—¡Que ha sido un placer!
—¿Qué?
—¡Y gracias por la entrevista!
—¿Es a mí?
—La madre que lo trajo… Ahora se entiende.
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