EPIGRAMA DEL DÍA

"La suerte es una fuerza compensatoria para beneficiar a los más torpes". (Prontuario de supervivencia, Pepe Gómiz)

EPIGRAMAS ANTERIORES

FICHA TÉCNICA

Descripción: Este blog es una nanoporción de mí mismo; a mi vez, nanoporción de la humanidad; a nuestra vez, nanoporción del universo; a su vez, nanoporción de un todo perteneciente al supratodo que ni llego a imaginarme.

Herramientas: Los fenómenos de mi experiencia, los noúmenos de mi fantasía, mi literatura, mi música y demás utillaje.

Valoración: De visita muy recomendable.

Expectativas: Tras consultar el DRAE, diré que vergatarias, padrísimas, óptimas.

Conclusión: Sin necesidad de consultar el DRAE, acción y efecto de concluir.

jueves, 10 de mayo de 2012

TRASPLANTE



Muy apropiada para estos tiempos, os dejo aquí una de mis mejores estupideces.

TRASPLANTE

Dos hombres, uno rico y otro pobre, fueron sometidos en el mismo hospital, el mismo día, a la misma operación: un trasplante de cerebro. Al hombre rico le pusieron el cerebro de un rico. Y el de un pobre, al hombre pobre. Ambas operaciones salieron bien, y tras una breve convalecencia, cada cual se marchó a su casa.

El hombre rico se mostraba eufórico, deseoso de vivir y disfrutando al límite del impagable regalo que le había hecho la ciencia. Donó una generosa cantidad al hospital y llenó de presentes a los médicos que le atendieron. Comenzó a viajar sin descanso y a disfrutar cada instante de su nueva vida. Era feliz como nunca.

El hombre pobre, en cambio, lloraba desesperado. No hacía otra cosa que abominar de la ciencia y de los médicos que le impidieron morir. Lleno de odio, los culpaba de su desgracia y de obligarle a permanecer en este infierno. No tardó en suicidarse.

Al poco, se supo que en el quirófano se habían confundido colocando a uno el cerebro que iba para otro.

Fin
(Estupideces, Pepe Gómiz)

martes, 8 de mayo de 2012

XXIII PREMIO 'PEPE GÓMIZ' AL MEJOR MICROCUENTO DE INTERÉS SOCIOLÓGICO



Porque, de forma breve e ingeniosa, reprende la muy asentada costumbre entre los necios de abordar asuntos capitales con banalidad y premura, se acuerda unánimemente conceder el 'XXIII Premio "Pepe Gómiz" al mejor microcuento de interés sociológico' al relato 'Pregunta importante' de Pepe Gómiz.

PREGUNTA IMPORTANTE

Dos amigos se encontraron.
—¿Cómo estás?
Pasaron quince minutos sin que el otro respondiera.
—Mira, lo siento, tengo que irme.
—¡No, no, por favor! Espera un poco, que lo estoy pensando.

Fin

(Estupideces III, Pepe Gómiz)

miércoles, 29 de febrero de 2012

ENTREVISTA A UN EMPOLLÓN


ENTREVISTA A UN EMPOLLÓN

Decían las malas lenguas que yo lo era. Pero no es cierto. Solo chapé lo justo para sacarle un partido razonable a mi potencial. Hoy, entrevisto a un empollón.

—Hola, majete. ¿Qué es de tu vida?

—Aquí estamos.

—Chico, qué ojeras. Y qué blanco estás. Recuerdas a un cadáver.

—Es porque no duermo ni salgo. Me paso el día estudiando.

—¿Y compensa?

—Si la gente no fuera como es…

—Tan hija de puta.

—… quizás compensara. Pero siendo como es…

—Tan hija de puta.

—… me planteo a veces si merece la pena.

—Hay pitorreo contigo, ¿verdad?

—No es exactamente pitorreo. Es una mezcla de respeto y desprecio, con la envidia como telón de fondo.

—Jo, qué bien lo has definido. La puta gente —perdona lo de “puta”, es para no repetir “gente” a secas—…

—Me hago cargo. Aunque también dijo antes “puta”.

—Sí, pero no a secas. Iba con “hija”. La puta gente, digo, parece suponer que nacemos sabiendo. Que el esfuerzo no hace falta.

—Sin duda. El esfuerzo está muy mal visto.

—Y fíjate qué estupidez y qué injusticia tan grandes si lo analizamos. Se considera que el empollón es alguien con más voluntad que talento. ¿No?

—Sí. Eso se le censura.

—Pero de estas dos características solo una depende del sujeto: la voluntad. Cada quien decide si la usa más o menos. En cambio, la otra característica, el talento, es inmodificable. Con el que se nace, se muere. Y no hay manera alguna de dosificarlo, como sí dosificamos la voluntad.

—Interesante.

—¿Qué se le reprocha, pues, al empollón? ¿Que no haya nacido más listo? Y qué sabe nadie a qué se debe el reparto de inteligencias. Qué sabe nadie si es cosa de Dios o mero azar biológico o decisión de cada uno de nosotros antes de nacer. Irracional y de necios sería ese reproche.

—Estoy de acuerdo.

—¿De qué se le acusa, entonces? ¿De sobreutilizar la voluntad? ¿De no sujetarse a las limitaciones de un talento mejorable y de recurrir al esfuerzo para alcanzar metas que contravienen sus capacidades naturales? ¿Es de eso? ¿Es de colaborar con su holocausto a la evolución de la especie humana, de lo que se le acusa?

—La Teoría del Centésimo Mono…

—¡Exacto! La experiencia del empollón sirve a otros monos. Sus logros harán que la manada obtenga un mayor rendimiento del esfuerzo. Luego, desde ese enfoque, no es posible ningún reproche.

—¿Y si derivan el ataque al ego?

—Lo rebato también. Pues el trabajo de cualquiera, por egocéntrico que pudiera ser el objetivo inicial, termina beneficiando a todos. Y aunque así no fuese, el afán de superación no es punible, sino conveniente y hasta necesario para el pleno desarrollo del individuo. Ergo, por esta vía, tampoco se admiten obstancias.

—Muy de acuerdo.

—Te diré qué se le reprocha al empollón, querido amigo. Al empollón se le reprocha que llegue tan lejos con el ejercicio de la voluntad. Por dos razones. Primero, porque ejercer la voluntad es laborioso, y con su ejemplo compromete al vago. Y segundo, porque la voluntad por sí sola no asegura el éxito, y con su ejemplo compromete al mediocre.

—Muy, pero que muy de acuerdo.

—Así que a lo tuyo y que les vayan dando a esos catoncillos de tres al cuarto. Tengo un epigrama que puede serte útil cuando se recrimine tu perseverancia. Dice: “Si los hombres sin voluntad llegaran a tenerla, mostrarían plenamente la medida de su incompetencia”.

—Muy, pero que muy, pero que muy de acuerd...

—¡Basta! O pensarán que me entrevisto a mí mismo.

—Perdone. Es que me ha gustado mucho su planteamiento.

—Me alegro, hombre. Gracias por la entrevista.

—Gracias a usted.

—Y no dejes de estudiar.

—Descuide. Seguiré estudiando. Y más ahora, si cabe.

viernes, 17 de febrero de 2012

NÁUSEAS


NÁUSEAS

Paquito me ha traído la jarra y, como no había faena y el mierda no estaba, se ha sentado conmigo un rato.
—¿Cómo va eso, don José?
—Mal.
—La crisis. ¿verdad?
—La crisis y otras cosas.
—¿Qué cosas?
—Para empezar, me jode tener que fumar en la puta calle como los perros.
—Los perros no fuman.
—¿También tú me vas a tocar los cojones, entelequia de sección de saldos?
—Uf, cómo está usted hoy, don José. Era broma, hombre.
—Y estos mierdas del PP, sin quitar la ley antitabaco. Para continuar, los bancos no tienen vergüenza.
—Ahí sí que estoy de acuerdo.
—Trincan las ayudas. No dan créditos. Exigen el pago de las deudas. Dejan a la gente sin casas. Y estos mierdas del PP sin sacar la dación en pago.
—Vaya. La ha tomado con el PP.
—No. La he tomado con quien, pudiendo solucionar el problema, no lo soluciona. Llámese PP, pipí o popó. ¿Queda claro?
—Muy claro.
—¿Sigo?
—Siga.
—Los medios de comunicación.
—¿Qué les pasa?
—Están podridos. Dan asco. No son informadores neutrales. Son chismosos oportunistas. Sectarios sin escrúpulos. Todo les vale por un titular. Y, encima, están endiosados.
—La culpa es nuestra.
—En efecto. La culpa es nuestra por prestarles oídos.
—¿Qué más?
—¿Qué más? Donde mires dan náuseas. Es la sociedad entera lo que apesta. No ya solo los políticos o la banca o la prensa. No. La sociedad al completo. Porque el ser humano ha devenido en monstruo, Paquito. Un monstruo ególatra, mezquino y desprec…
—¿Atiende alguien? —han llamado de otra mesa.
—Perdone, don José.
—Sí, sí. Ve a lo tuyo.

jueves, 16 de febrero de 2012

ENTREVISTA A UN RICO


ENTREVISTA A UN RICO

—Disculpe.

—¿Es a mí?

—Sí, a usted. No hay champán, ni coca, ni lameculos, ni golfas, ni grandes marcas, ni productos exclusivos, ni buen rollo, ni nada que sugiera mínimamente la más remota forma de glamour…

—¡Qué ordinariez, por Dios!

—… Aun así, ¿me concede una entrevista?

—¡Venga ya! ¿Una entrevista? ¡Pero, por favor! ¡Es total! ¡Me chiflan las entrevistas!

—¿Entonces?

—Pregunta, pregunta.

—Comenzamos, pues. Bienvenido.

—Gracias.

—Usted es asquerosamente rico, ¿verdad?

—Asquerosamente no es la palabra. Yo diría deliciosamente rico.

—¿Deliciosamente? ¿Su vida es deliciosa?

—Lo intento.

—¿A qué se dedica?

—Negocios.

—¿De qué tipo?

—Es lo de menos.

—Entiendo. ¿Se siente más admirado que envidiado, o al contrario?

—No me preocupa. Me limito a ser feliz.

—¿Le produce algún remordimiento saber que, mientras usted se limita a ser feliz, hay tantas personas pasando dificultades económicas, e incluso hambre?

—No. ¿Por qué? Somos distintos unos de otros. No todos tenemos la misma suerte.

—¿Debe su éxito a la suerte?

—Las cosas han salido bien.

—¿Conoce la ley de atracción?

—No. ¿Qué es?

—Pensar en positivo para atraer lo positivo.

—Es justo lo que yo hago.

—Lo suponía. Tengo un epigrama que dice…

—¿Un epiqué?

—Una frase.

—¿Frase?

—Un pensamiento.

—Ah.

—Que dice: Lo imperdonable del rico es que, teniendo más dinero del que necesita, no se moleste en aumentar sus necesidades.

—Yo sí me molesto en aumentar mis necesidades. Precisamente me acabo de comprar un Bentley de 350 000 euros esta misma semana.

—Y otro que dice…

—Oye. ¿Va a durar mucho esto? Es que tengo gimnasio.

—No, no. Acabamos enseguida. ¿Distingue a los que se le acercan por su dinero?

—Te repito que no me preocupa la gente.

—¿Le interesa el arte?

—Es una buena inversión.

—¿Cuándo lloró por última vez?

—No lo recuerdo.

—¿Hay algo que no haya conseguido?

—Tampoco lo recuerdo.

—¿Se imagina pobre?

—Tengo que irme.

—Pero si estamos empezando.

—Que me voy, te digo.

—¿Sabes que, con lo que cuesta el Bentley, se hubieran librado del desahucio un puñado de familias?

—No es mi problema. Quien se mete en una hipoteca debe ser responsable.

—¿Quien se mete en una hipoteca? Ya veremos dónde metes tú tu sucio culo el 21 de diciembre de 2012, puto cabrón.

—Estás loco.

—¡Basura! Al gimnasio… Yo sé a lo que va este al gimnasio… ¡No te cabe na!...

sábado, 28 de enero de 2012

PERFECTA CONEXIÓN FATAL

¿Encuentras alguna conexión entre esta psicografía de Parravicini...



... y este crop circle aparecido en Méjico el 23 de noviembre de 2011?




Yo también. El asunto está pero que muy jodido, compañero.

lunes, 9 de enero de 2012

EPIGRAMAS ANTERIORES (2012)



A diario pondré uno de mis epigramas encabezando el blog. Al día siguiente, el epigrama pasará a esta lista, siendo sustituido por uno nuevo en la página principal. [Ver también epigramas anteriores (2009)epigramas anteriores (2010) y epigramas anteriores (2011)].

LISTA DE EPIGRAMAS ANTERIORES

* "Ya hay carné por puntos para los conductores: A ver cuándo sacan uno para los necios". (Prontuario de supervivencia, Pepe Gómiz)

* "Lo peor de mí sois vosotros". (Pepe Gómiz)

* "Todo humano, célibe o muerto, merece nuestra consideración". (Prontuario de supervivencia, Pepe Gómiz)

* "También el público puede fracasar: Es entonces cuando triunfan los mediocres". (Pepe Gómiz)

* "La vox pópuli también tiene sus cuerdas vocales: Los chismosos". (Prontuario de supervivencia, Pepe Gómiz)

* "Pocos saben que mientras se abanican están gobernando un país a su antojo". (Prontuario de supervivencia, Pepe Gómiz)

* "Por suerte, respirar es un acto reflejo: Porque empieza a cansarme hasta tomar aire". (Pepe Gómiz)

* "La vida es tan vulgar que si llevara faldas iría enseñando el coño". (Pepe Gómiz)

ENTREVISTA AL FIN DEL MUNDO


ENTREVISTA AL FIN DEL MUNDO

Hemos entrado en el 2012, y todos saben lo que se comenta sobre este año. Así que sobran los preámbulos. Vamos al grano.

—¡Mal venido, hijo de mil putas!

—¡Mal hallado, homúnculo insignificante!

—¿A ti no te da vergüenza el miserable trabajo que tienes?

—En absoluto. Será miserable a ojos de un ser tan poco evolucionado como tú, pero en el universo gozo de un gran prestigio. Mi labor es necesaria. Los estercoleros como el planeta que habitas han de ser desinfectados y podres como la especie humana diezmadas periódicamente.

—¡Cabrón!

—¿O no hacéis eso mismo vosotros con vuestras casas y vuestros delincuentes?

—¿Nos estás llamando delincuentes?

—A escala cósmica, lo sois. Un peligro para el orden general y un mal ejemplo para otras razas.

—¡Mierda te den! ¡Venga, desembucha!

—Desembucho qué.

—¡Háblame de ti, cerdo apestoso! ¿Quién te manda?

—Dios.

—¡Ese me va a oír! Qué más.

—Qué más qué.

—Que me sigas contando. Has hablado de periodicidad. ¿Qué milonga es esa?

—Pues que vengo periódicamente. Cada cierto tiempo hago zafarrancho. ¿No tienes noticia de los ooparts, los objetos fuera de ubicación?

—La tengo.

—Esos objetos demuestran que he llegado otras veces a la Tierra. ¿Cómo es posible que un martillo tenga millones de años, si no es porque fue hecho hace millones de años? ¿Cómo se explica una huella de zapato fosilizada? ¿Cómo un tornillo dentro de una roca? Es obvio que no sois los primeros. Que hubo otras civilizaciones antes que la vuestra. Y a todas ellas las exterminé yo.

—Hay falsificaciones.

—Las hay. Pero también hallazgos auténticos.

—Y cabe la posibilidad de viajes en el tiempo. Los humanos del futuro pueden haber viajado a épocas antiguas dejando allí enseres que ahora estamos encontrando.

—Como caber, cabe. Pero no es el caso. Hubo muchos antes que vosotros.

—¿Y tú te los cargaste a todos?

—Es mi oficio.

—¿Cómo serás en esta ocasión?

—Está escrito. Está siempre escrito.

—¿Quieres decir que todas las civilizaciones disponen por anticipado y por escrito de información sobre su fin del mundo?


—Pero ese material suele ser confuso. Suele estar en clave.

—Debe estarlo. El gran conocimiento no ha de dejarse al alcance de cualquiera.

—Podrían hacer un mal uso…

—Más aún. Es una criba. A mí me ignoran los necios, los zafios, los materialistas, los más primarios de tu especie. Me temen. Me odian. Se burlan. Solo me toman en serio los que ya están preparados para el salto.

—¿Qué salto?

—El que va a dar la Tierra hacia otra dimensión.

—¡Qué majadería es esa!

—Ninguna majadería, amigo. La Tierra es un ser vivo que está evolucionando. Le ha llegado el momento de ascender a otro nivel, y ascenderán con ella los que de vosotros hayáis alcanzado el grado suficiente para acompañarla.

—¿Y los que no?

—Morirán, reencarnando en otro planeta similar a este que tanto les gustaba, un planeta donde impere la barbarie, sujetos de nuevo a un cuerpo denso y grosero del que vivir esclavizados.

—¿No tendrán cuerpo los que asciendan?

—Será más etéreo. Como más etéreo será el planeta.

—Un momento. ¿Abandonará la Tierra el Sistema Solar?

—No. Sufrirá un desdoblamiento. Habrá dos Tierras. Cada una en una dimensión.

—Eso es muy jodido de entender, paisano.

—Mírate la psicografía de Parravicini que habla del desdoblamiento de la humanidad. Lo mismo le pasará al planeta.



—Oye. ¿Y Nibiru?

—Sí. Viene de camino. Es la herramienta que utilizaré en esta ocasión.

—La has usado otras veces, ¿verdad?

—Sí. Digamos que, dada su trayectoria cíclica, “Nibiru está en plantilla”. Pero tengo otros muchos recursos, que utilizo según conviene.

—Para qué vamos a seguir. De manera que 21 de diciembre de 2012, ¿no?

—21 ó 22, sí.

—En fin, Fin. Hasta la vista, pues.

—Hasta la vista, joven.

—Una cosa.

—Tú dirás.

—¿Se puede saber por qué esta manada de cabrones que dirige el mundo no nos informa adecuadamente a la ciudadanía? Porque están en el ajo seguro.

—No te quepa duda. Pero el papelón que tienen no es fácil. ¿Te imaginas a la humanidad enloquecida matándose y suicidándose? Ningún gobernante quiere eso.

—No. Por supuesto. Y lo de la criba.

—Ahí, ahí. La criba.

—Aunque yo he oído que se están haciendo refugios subterráneos sin que se entere nadie.

—Es cierto. Y están planeando abandonar el planeta. Y tambien te digo que pierden el tiempo. Que no voy a dejar títere con cabeza, se metan donde se metan. Al que no suba su nivel vibratorio me lo llevo por delante, por mucho refugio subterráneo que haga o mucho cohete que coja.

—¿Y si utiliza la teletransportación?

—¡Que me lo llevo por delante, leche!

—¡Ele los fines del mundo buenos!

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