PALABRAS
Un niño se desperezaba estirando los brazos, cuando lo sorprendió su madre.
—Pandiculación —dijo ella.
El niño se quedó mirándola extrañado.
—Eso se llama pandiculación —añadió la madre.
—¿Es que tú sabes palabras raras, mamá?
—Muchas.
—Dime más —rogó el niño con una sonrisa.
—Obtemperante —dijo la madre.
—¿Eso qué es?
—Eso es lo que a mí me gustaría que fueses: Obediente.
—Ah. Más.
Entraba un viento suave y apacible por la ventana, y la madre dijo:
—Céfiro.
Con cada nueva palabra, el niño ponía un gesto de sorpresa.
—Más.
Señalando unas tortugas que estaban en el suelo de la cocina dentro de una caja, la madre dijo:
—Testudíneo.
—¿Testu qué? —se extrañó el niño— Más.
—Estilicidio.
—Más.
—Libación.
—Más. Más. Más.
—Oclocracia. Destrón. Edafología. Finítimo. Genesíaco. Pimpante. Bombástico —en esto, la madre derramó accidentalmente el café que se estaba tomando—. ¡Mierda! —gritó.
El niño, que había estado esperando sin poder meter baza, rompió en aplausos y carcajadas, y dijo:
—¡Esa sí me la sé, mamá!
—Pandiculación —dijo ella.
El niño se quedó mirándola extrañado.
—Eso se llama pandiculación —añadió la madre.
—¿Es que tú sabes palabras raras, mamá?
—Muchas.
—Dime más —rogó el niño con una sonrisa.
—Obtemperante —dijo la madre.
—¿Eso qué es?
—Eso es lo que a mí me gustaría que fueses: Obediente.
—Ah. Más.
Entraba un viento suave y apacible por la ventana, y la madre dijo:
—Céfiro.
Con cada nueva palabra, el niño ponía un gesto de sorpresa.
—Más.
Señalando unas tortugas que estaban en el suelo de la cocina dentro de una caja, la madre dijo:
—Testudíneo.
—¿Testu qué? —se extrañó el niño— Más.
—Estilicidio.
—Más.
—Libación.
—Más. Más. Más.
—Oclocracia. Destrón. Edafología. Finítimo. Genesíaco. Pimpante. Bombástico —en esto, la madre derramó accidentalmente el café que se estaba tomando—. ¡Mierda! —gritó.
El niño, que había estado esperando sin poder meter baza, rompió en aplausos y carcajadas, y dijo:
—¡Esa sí me la sé, mamá!
Fin
(Estupideces, Pepe Gómiz)
No hay comentarios:
Publicar un comentario