ASPERGER
Un turista fue a la playa durante su visita a una isla. Allí encontró a un hombre que parecía entretenido con la arena.
—Setecientos veinticinco mil ochocientos quince. Setecientos veinticinco mil ochocientos dieciséis…
—¿Qué hace? —le preguntó el turista.
—Setecientos veinticinco mil ochocientos diecisiete. Cuento los granos de arena —dijo el hombre—. Setecientos veinticinco mil ochocientos dieciocho…
El turista se quedó un rato observando, y se marchó.
Treinta años después regresó a la isla, y tuvo la curiosidad de volver a la playa. No podía creerlo: ¡El hombre aún estaba contando granos de arena! Se acercó a él.
—Hola —saludó.
—Cuatro mil seiscientos millones doscientos mil cinco. Hola. Cuatro mil seiscientos millones doscientos mil seis…
—Yo le conozco —dijo el turista.
—Cuatro mil seiscientos millones doscientos mil siete. Hace treinta años, cinco meses y catorce días. Cuatro mil seiscientos millones doscientos mil ocho. Cuatro mil seiscientos millones doscientos mil nueve. Cuatro mil seiscientos millones doscientos mil diez …
Fin
(Estupideces, Pepe Gómiz)
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