Esto es continuación de ENTREVISTA A PEPE GÓMIZ (2)
—Hola, campeón.
—Hola, amigo.
—¿Qué tal lo llevas?
—¿Te suenan palabras como acedía, engurrio, lobregura, mesticia, tristor o zangarriana?
—Me suenan.
—¿Y frases como ‘partir algo el alma’, ‘cara larga’, ‘con las orejas gachas’ o ‘pasión de ánimo’?
—Me suenan, me suenan.
—Pues eso es lo que hay.
—Válgame Dios. Tienes que venirte arriba, hombre.
—¿Arriba? ¿Cómo de arriba? ¿Lo suficiente para matarme al caer?
—¡Chico, estás imposible!
—¿Yo? ¿No serán las circunstancias las que están imposibles?
—Vamos a ver. Cuéntame qué te pasa, que quizás pueda ayudarte de algún modo.
—¿Puedes ayudarme a no haber nacido?
—Es obvio que no.
—Pues no perdamos el tiempo entonces.
—¡Caramba! ¿Consideras una pérdida de tiempo hablar conmigo?
—No. No es eso. Disculpa.
—Vale. Vayamos por partes. ¿Has hecho hoy caquita blanda?
—Ahora que lo dices… Todavía no.
—Pues venga. A hacer caquita blanda, que yo te espero aquí.
[…]
—¿Listo?
—Listo.
—¿Ves qué bien? Si hasta se te ha puesto mejor cara.
—¿Tú crees?
—¿Has comido ya?
—Aún no.
—¡Pues a comer, criatura!, que con la barriga llena se ven las cosas de otra manera. Come, y después seguimos.
[…]
—¿Ves lo que te decía? Si traes hasta colores en los mofletes.
—Bueno.
—¿Una siestecita?
—Si lo estimas conveniente.
—Hala, hala. Échate tu buena siesta, que no tengo prisa.
[…]
—¿Qué sucede?
—¡Qué sucede!
—Estás de un mal humor que asusta.
—Claro. Me despierto siempre así.
—¿Y por qué no me lo has dicho? Habríamos excusado la siesta.
—¡Anda y corta el rollo!
—Oye, ¿qué modales son esos?
—¡Que te den!
—¿Así me agradeces…?
—¡¡¡LARGO, COÑO!!!
(CONTINUARÁ)
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