Romántica y aterradora. Inspiración de poetas. Consuelo de solitarios. Causa de menstruos y mareas. Ideal de viajeros. Desvelo de científicos. Sustento, dicen, de la vida. Misteriosa y alejada, nos observa. Es nuestro satélite. La Luna.
—Biensalida.
—¿Qué insinúa?
—No se ofenda. Es un mero gesto literario. Vayamos, si le parece, con la primera pregunta.
—Adelante.
—¿Tiene algo contra el Sol?
—No. ¿Por qué?
—Considerando que usted no viene hasta que él se marcha, y que se larga en cuanto regresa…
—Pero eso no quiere decir que nos llevemos mal. Sencillamente, trabajamos en equipo. Cuando él se ausenta, yo aparezco para reflejar su luz. Eso es todo.
—¿Su misión es, pues, hacer de espejo del Sol?
—Una de tantas.
—¿Tiene, entonces, más misiones?
—Por supuesto.
—¿Como cuáles?
—Lo que ha expuesto en el encabezamiento es un buen resumen.
—¿Pero hay más?
—Un resumen presenta carencias.
—Entiendo. En fin. Continuemos. ¿Hay alguna razón por la que no nos muestra su cara oculta?
—Sí. Giro alrededor de la Tierra, pero no sobre mí misma. Por eso ven siempre la misma cara.
—Eso es evidente. Pero ¿por qué no gira sobre sí misma? ¿Hay algo en su parte posterior que conviene mantener en secreto?
—Vengan y descúbranlo.
—Pues ese es el asunto. Que ya hemos ido. Hemos hecho fotos. Y aquello parece un jubileo.
—¿De veras?
—Y tan de veras, amiga mía. Tan de veras.
—En ese caso, ¿por qué pregunta?
—Pregunto porque los golfos que manejan el mundo han callado esa información a la opinión pública. Como también callan que estamos visitándola desde mucho antes de lo que nos han hecho creer.
—Ya.
—No suelta prenda, ¿no?
—…
—Iré más lejos. Las pruebas indican que usted es un planeta artificial.
—¿Ah, sí? ¿Qué pruebas?
—Para empezar, una sonda se estrelló en su superficie provocando unas vibraciones impropias en un planeta sólido. Para continuar, su antigüedad es millones de años superior a la de la Tierra y sus materiales distintos a los terrestres. Para seguir continuando, su masa no se corresponde con su volumen. ¿Quiere más? Su proximidad tendría que haberla hecho colisionar con nosotros hace tiempo. ¿Más? Sus cráteres tienen demasiado diámetro para tan poca profundidad. ¿Más? Posee el tamaño y está a la distancia necesarios para que haya eclipses. ¿Más? Se nos está informando de su impostura mediante diversas canalizaciones. ¿Más aún? Solari Parravicini asegura que será sustituida por otra luna, la Amnis, en un futuro cercano. ¿Es suficiente?
—…
—Por todo ello estoy convencido de que usted es un planeta artificial, construido por inteligencias superiores mucho antes de que existiese la Tierra. Que fue traído aquí con posterioridad, sirviendo como base a esas inteligencias. Y que un buen día se irá con viento fresco a otra parte. ¿Es, o no es?
—Si me dispensa, está atardeciendo y se acerca mi hora de salir.
—Ya sabía yo que no iba a sacar nada en claro con la entrevista. Sí. Mejor váyase. Siga haciendo su espurio trabajo, y deje que las almas inocentes, ajenas al engaño, continúen mirándola embelesadas. Váyase. Me da usted asco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario