TERAPIA
—No puedo. De verdad.
—Sí puedes. Piensa en los tuyos. En lo orgullosos que van a estar de ti.
—Que no puedo, te digo.
—Inténtalo al menos.
—Luego, muere uno y nadie se acuerda de estas cosas.
—¿A quién le importa cuando hayas muerto? Lo que cuenta es el ahora. Venga, ánimo.
—Está bien. Camarero, ¿me cobra?
—¿Todo?
—Sí. Los dos cafés.
—¿Ves qué fácil?
Fin
(Estupideces, Pepe Gómiz)
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