
(Publicado en mi blog antiguo el jueves 7 de mayo de 2009)
DE LOS VALIENTES
- No le busque vuesa merced más loco ni más necio fuera del valiente, pues a encontrallo vendría la semana que no tiene viernes. En todo, el valor se opone a la prudencia. Ordena esta que no se dejen huérfanos los hijos: El valiente padre muere.
- ¡No queden viudas!
- ¡Mas cómo no han de quedar! ¿Es el valiente acaso célibe?
- ¡No deshijemos las madres!
- ¿De cobardes?
- ¡De valientes!
- Entonces, caso negado.
- ¡Basta de muertes evitables!
- ¡Basta de valientes nacibles!
- ¡Quiero ver un valiente peleando!
- Tosa cuando uno pase, y le verá.
- ¡Que se despeñe!
- Dele dónde.
- ¡Acobardarse!
- ¿Morir decís?
- ¡Cuerpo de tal! ¿De nada temen?
- ¿Temer un loco?
- ¡Y un necio!
- Pues eso. Un valiente.
Paquito se acercó intrigado.
- ¿Qué escribe, don José?
- Un tratado de las cosas del mundo, en lenguaje del Siglo de Oro.
- ¡Coño! ¿Me deja ver?
Tardó un buen rato.
- Qué raro escribe, don José. Parece el Quijote, o algo de eso.
- ¡Gracias, Paquito! ¡Dios te bendiga!
No hay comentarios:
Publicar un comentario