Paquito puso la jarra de medio litro encima de la mesa.
- Entonces ¿verdad, don José, que si a usted se le planta es capaz de escribir la tercera parte del Quijote?
- Y mejor que Cervantes -le dije.
- ¡Ole ahí los tíos grandes!
Había faena en el bar, pero se quedó de pie mirándome embelesado. A veces pienso si no le faltará un hervor, o será que de verdad me admira.
- ¿Qué es, Paco?
- La palabra de hoy.
- ¡Ah, sí! -cada día le enseño una palabra nueva, y él la usa para todo hasta el día siguiente; pensé un poco- Suflación.
- ¿Cómo?
- Suflación. Acción y efecto de suflar, soplar.
- ¡Hosti, qué bonita!
- Pero mira, Paco, es anticuada, y suflar es desusada. Así que no des mucho el coñazo a la gente, que, total, ya casi ni se usan.
Se fue tan contento repitiendo: suflar, suflación, suflar, suflación...
Me encanta volver a encontrar los archivos de tu antiguo blog. Magnífico. Espero lo nuevo.
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