
(Publicado en mi blog antiguo el miércoles 20 de mayo de 2009)
Esta mañana llegué con el dedo cubierto de esparadrapos. Paquito se preocupó muchísimo.
- ¡Qué le ha pasado, don José!
- Una luxación interfalángica.
- ¿Una qué?
- Una putada, Paco. Una soberana putada. Fíjate, que igual se ha acabado aquí mi carrera como guitarrista, como pianista y como compositor. ¡Casi nada al aparato!
- ¡Calle, hombre, no lo diga ni en broma! ¡Cómo va a ser eso, don José! ¡Vamos, vamos...!
- Pues siendo. ¿O cómo te crees tú que se las gasta el destino?
- ¿Ha ido al médico?
- No. No he ido.
- Pues tiene que ir.
Yo no soy de médicos, así que continué como si no le hubiera escuchado.
- Ya ves, Paquito. Que no se puede esperar tanto para realizar uno sus sueños. Toda mi vida preparándome para dar el gran salto. Para comerme el mundo con mi virtuosismo. Y, justo cuando estaba a punto de lanzarme, va y me pasa esto.
- ¡Me cachis en la mar! Si es que ya lo dice el refrán: "El hombre propone, y Dios dispone". ¡Vaya mala sombra! -añadió mientras se iba.
Me quedé pensando:
- No es eso, Paco. Lo que sucede es que Dios propone, y el hombre pospone. Ese es el asunto.
Esta mañana llegué con el dedo cubierto de esparadrapos. Paquito se preocupó muchísimo.
- ¡Qué le ha pasado, don José!
- Una luxación interfalángica.
- ¿Una qué?
- Una putada, Paco. Una soberana putada. Fíjate, que igual se ha acabado aquí mi carrera como guitarrista, como pianista y como compositor. ¡Casi nada al aparato!
- ¡Calle, hombre, no lo diga ni en broma! ¡Cómo va a ser eso, don José! ¡Vamos, vamos...!
- Pues siendo. ¿O cómo te crees tú que se las gasta el destino?
- ¿Ha ido al médico?
- No. No he ido.
- Pues tiene que ir.
Yo no soy de médicos, así que continué como si no le hubiera escuchado.
- Ya ves, Paquito. Que no se puede esperar tanto para realizar uno sus sueños. Toda mi vida preparándome para dar el gran salto. Para comerme el mundo con mi virtuosismo. Y, justo cuando estaba a punto de lanzarme, va y me pasa esto.
- ¡Me cachis en la mar! Si es que ya lo dice el refrán: "El hombre propone, y Dios dispone". ¡Vaya mala sombra! -añadió mientras se iba.
Me quedé pensando:
- No es eso, Paco. Lo que sucede es que Dios propone, y el hombre pospone. Ese es el asunto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario