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"La suerte es una fuerza compensatoria para beneficiar a los más torpes". (Prontuario de supervivencia, Pepe Gómiz)

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Descripción: Este blog es una nanoporción de mí mismo; a mi vez, nanoporción de la humanidad; a nuestra vez, nanoporción del universo; a su vez, nanoporción de un todo perteneciente al supratodo que ni llego a imaginarme.

Herramientas: Los fenómenos de mi experiencia, los noúmenos de mi fantasía, mi literatura, mi música y demás utillaje.

Valoración: De visita muy recomendable.

Expectativas: Tras consultar el DRAE, diré que vergatarias, padrísimas, óptimas.

Conclusión: Sin necesidad de consultar el DRAE, acción y efecto de concluir.

viernes, 1 de enero de 2010

ENTREVISTA AL 2010


Se llama 2010, y estará con nosotros un año. Paso a hacerle una primera cata.

—Sea bienvenido, 2010. Todo un honor entrevistarle.

—Bien hallado, joven. El honor es mío.

—¿Satisfecho con el recibimiento?

—Bueno, digamos que a otros años se les ha recibido con más entusiasmo y, por supuesto, con mayor aparato que a mí. De eso no cabe duda.

—Es cierto, pero atravesamos un momento difícil…

—Estoy al corriente.

—¿Tenía ya ganas de nacer?

—¿Ganas de nacer? Me temo que estás confundido. Yo no he nacido ahora.

—Ah, ¿no?

—En absoluto. El tiempo no es lineal. El tiempo va, viene, permanece, se desvía, gira, acelera, frena, se repite, se transforma… es un concepto tan complejo que no puedes imaginarlo.

—Caramba. Y bien, ¿cuáles son sus intenciones?

—¿Mis intenciones? No tengo intenciones. Yo soy un mero escenario. Un recipiente que vosotros llenáis de acontecimientos.

—¿Pero va a decirme que no trae, siquiera, unas consignas?

—No las traigo, no. No se me ha encomendado ninguna tarea especial, ni nada por el estilo.

—No obstante, usted afirma que está al corriente.

—Al corriente de qué.

—De que atravesamos un momento difícil.

—Eso sí. Sé que el mundo vive una época de dislate total. Que se están obrando cambios en las costumbres, en los principios individuales y colectivos y en las creencias. Que la familia peligra. Que las parejas se engañan. Que no escandaliza el pecado nefando ni las uniones homosexuales. Que la mujer renunció a sus obligaciones. Que el sexo se ha vulgarizado. Que practicáis el aborto. Que no hay respeto por la tradición ni por la ley. Que la fe en Dios agoniza. Que triunfa el materialismo. Que rendís culto a la fama. Que la máquina pensante rivaliza con el ser humano. Que los avances tecnológicos os están llevando a la miseria. Que la droga emponzoña todos los rincones. Que tenéis abiertas varias guerras simultáneas. Que la hecatombe nuclear os acecha. Que el clima está enfermo… En definitiva, que reina el caos.

—Desde luego, lo ha descrito que parece que viviera usted aquí. Pero yo me refería a la crisis económica.

—Comprendo.

—¿Se portará bien, 2010?

—Repito: Soy un mero escenario, un recipiente que vais llenando de acontecimientos. Créeme, no tengo forma alguna de alterar el curso de vuestras existencias.

—Claro, claro. Es solo un contenedor. Es tiempo.

—En efecto. Solo eso.

—De acuerdo, señor 2010, le reitero mi bienvenida.

—Gracias, joven.

2 comentarios:

  1. Hola amigo: Aún estando de acuerdo en la magistral entrevista (como no podía ser de otra manera), creo que la época actual no difiere mucho de las pasadas, es más, creo que desde que existe el hombre todo es una repetición. No se ha inventado nada nuevo. El hombre es una animal de costumbres y por ende repite y repite hasta el inifinito. Yo creo, que la vida es un absurdo (Albert Camus), puesto que si estamos aquí por accidente, como podemos tomarnos la vida tan en serio. Pero de esto no te enteras hasta muy tarde. "Que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde, como todos los jóvenes, yo vine a llevarme la vida por delante. Dejar huella quería y marcharme entre aplausos, envejecer, morir, eran tan solo las dimensiones del teatro. Pero ha pasado el tiempo y la verdad desagradable asoma: envejecer, morir, es el único argumento de la obra". (Gil de Biedma).

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  2. Hola, Jose. Me alegra saludarte.

    Yo también creo que la condición humana no cambia según las épocas. Estoy leyendo estos días sobre la España de Felipe IV, y me asombran las coincidencias, no solo en cuanto a la condición de la gente, sino en cuanto a su conducta incluso. Eso es claro. Pero sucede que cada momento de la historia ofrece un marco específico, distinto o similar al de otros momentos de la historia, y es justo ese marco quien establece las diferencias, quien pone freno al amenazante desorden o permite al caos campar a sus anchas. Hoy, ese marco es en extremo laxo, permisivo y tan desfigurado, en suma, que se me antoja inquietante. Es lo que, a grandes trazos, quería significar con la entrevista.

    Respecto a Albert Camus, y su percepción de lo absurdo, no me atrevo a discrepar de él, ni tampoco a coincidir con él. Por ahora, solo tengo sospechas pero ninguna prueba ‘incriminatoria’.

    Cosa muy distinta es el magnífico texto de Gil de Biedma que nos aportas. Mi coincidencia con sus palabras es absoluta: lo que yo hubiera querido contar y como yo lo hubiera querido contar… ¡qué gran pensador!

    Y nada más, amigo Jose. Ha sido un lujo tu visita y un regalo tu comentario. Ojalá regreses a menudo.

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