(Publicado en mi blog antiguo el domingo 19 de julio de 2009)
- Paquito, ¿tú sabes por qué flotan los barcos?
- Toma, claro. Porque son barcos, y los barcos flotan.
- Pero por qué.
- Ya le estoy diciendo. Porque son barcos.
- ¡Hay que joderse contigo! Los barcos flotan merced al principio de Arquímedes.
- ¿Y eso qué es?
- El principio de Arquímedes dice que todo cuerpo sumergido, total o parcialmente, en un líquido experimenta un empuje vertical, y hacia arriba, igual al peso del volumen de líquido desalojado.
- La Virgen...
- ¿No lo conocías?
- Primera noticia.
- Bien. Pues ya lo conoces. ¿Por qué flotan, entonces, los barcos?
- Por el principio ese... ¿Cómo ha dicho?
- De Arquímedes.
- Exactamente.
- ¿Y qué dice el principio de Arquímedes?
- Que los barcos flotan.
- ¡Tu padre!
- ¡Si es que me pone usted nervioso, don José!
- Paquito, ¿tú sabes por qué flotan los barcos?
- Toma, claro. Porque son barcos, y los barcos flotan.
- Pero por qué.
- Ya le estoy diciendo. Porque son barcos.
- ¡Hay que joderse contigo! Los barcos flotan merced al principio de Arquímedes.
- ¿Y eso qué es?
- El principio de Arquímedes dice que todo cuerpo sumergido, total o parcialmente, en un líquido experimenta un empuje vertical, y hacia arriba, igual al peso del volumen de líquido desalojado.
- La Virgen...
- ¿No lo conocías?
- Primera noticia.
- Bien. Pues ya lo conoces. ¿Por qué flotan, entonces, los barcos?
- Por el principio ese... ¿Cómo ha dicho?
- De Arquímedes.
- Exactamente.
- ¿Y qué dice el principio de Arquímedes?
- Que los barcos flotan.
- ¡Tu padre!
- ¡Si es que me pone usted nervioso, don José!
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