(Publicado en mi blog antiguo el jueves 21 de mayo de 2009)
Paquito se ha traído hoy a su hermano pequeño. Se llama Manolín, y tiene muy mala leche. Se me ha sentado enfrente, con los antebrazos en paralelo al borde de la mesa, la barbilla sobre las manos superpuestas y mirándonos a la jarra de medio litro y a mí, sin parar de balancear las piernas. Me tenía histérico.
- ¿Tú te tintas el bigote?
Me ha cogido de improviso el muy cabrón. No he sabido contestarle.
- ¿Cómo van los estudios, Manolín?
- Van.
- ¿Qué es lo que más te gusta del cole?
- El recreo. Te tintas el bigote, ¿verdad?
- ¿Y qué quieres ser de mayor?
- "Furbolista".
- Por qué.
- Porque se gana mucho dinero. ¿Y este? Por qué va a ser.
- ¿De qué equipo eres?
- A ti qué te importa.
- ¡Manolín, ven aquí. No molestes a don José, que tiene el dedo malo! -gritó Paquito.
- Si no molesta -dije yo.
- Te tintas el bigote -repitió el monstruo cuando se iba.
- ¡Vete a la mierda, niño!
Paquito se ha traído hoy a su hermano pequeño. Se llama Manolín, y tiene muy mala leche. Se me ha sentado enfrente, con los antebrazos en paralelo al borde de la mesa, la barbilla sobre las manos superpuestas y mirándonos a la jarra de medio litro y a mí, sin parar de balancear las piernas. Me tenía histérico.
- ¿Tú te tintas el bigote?
Me ha cogido de improviso el muy cabrón. No he sabido contestarle.
- ¿Cómo van los estudios, Manolín?
- Van.
- ¿Qué es lo que más te gusta del cole?
- El recreo. Te tintas el bigote, ¿verdad?
- ¿Y qué quieres ser de mayor?
- "Furbolista".
- Por qué.
- Porque se gana mucho dinero. ¿Y este? Por qué va a ser.
- ¿De qué equipo eres?
- A ti qué te importa.
- ¡Manolín, ven aquí. No molestes a don José, que tiene el dedo malo! -gritó Paquito.
- Si no molesta -dije yo.
- Te tintas el bigote -repitió el monstruo cuando se iba.
- ¡Vete a la mierda, niño!
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